La Real jugará ante el Leganés en casa ¡con la camiseta gris!
La Real Sociedad jugará con su segunda equipación, la gris, el partido del sábado en Anoeta contra el Leganés. Es el primer partido de Liga en casa que se recuerda en el que la escuadra donostiarra recurre a una camiseta que no es la suya habitual, la txuri urdin. Todo tiene una explicación: el club guipuzcoano devuelve de esta manera al pepinero el favor que le hizo el pasado curso, en el que los de Anoeta jugaron los dos duelos con sus colores habituales.
En Leganés, en el primer partido de 2018, la Real jugó de txuri urdin porque, tras rescindir el contrato con el patrocinador chino ‘Qbao.com’, Adidas, la firma que le vestía entonces, no llegó a tiempo para hacer camisetas naranjas sin esa publicidad. Obligó a los madrileños, cuyos colores de referencia también son el azul y el blanco, a enfundarse la zamarra verde. Se iban a intercambiar los papeles en el encuentro de la segunda vuelta, pero resultó ser el de homenaje a Xabi Prieto y 1 Carlos Martínez, a los que la Real quiso despedir con los colores que habían lucido durante toda su carrera y el escudo con la cara del capitán.
DEFERENCIA El Leganés permitió a la Real jugar de azul y blanco en Butarque en 2018 porque no llegaron las naranjas sin publicidad
Con otros colores en Europa
Se hará raro ver a la Real con la zamarra gris en Anoeta, pero no es la primera vez que los jugadores guipuzcoanos sudan una elástica de otro color. Lo hicieron, por ejemplo, en el encuentro de Europa League del pasado curso ante el Salzburgo, en el que recurrieron al naranja, o en el de Champions League de 2003 contra el Olympiacos, cuando fueron hombres de negro.
En el partido de la primera vuelta de la presente temporada en Butarque, el segundo de Liga, la Real ya jugó de gris contra un Leganés de azul y blanco. Los donostiarras, dirigidos por Asier Garitano, se pusieron pronto con una doble ventaja en el marcador (0-2) merced a los goles de Zurutuza e Illarramendi. No obstante, los madrileños consiguieron empatar in extremis con un ‘doblete’ de El Zhar