Mundo Deportivo (Gipuzkoa)

Con el freno de mano echado

- Oier Erkizia

Demasiado lejos le queda ya a la Real C la contundent­e victoria conseguida ante el San Pedro en Zubieta. De aquel 3-1 del 13 de enero a esta parte, los de Sergio Francisco no han vuelto a hincarle el diente a ningún rival y, como consecuenc­ia de ello, se han dejado suculentos botines en el camino que han frenado sus aspiracion­es de colarse en el playoff de ascenso. Dos puntos en las últimas cuatro jornadas dejan entrever que el freno de mano está echado en estos momentos y que todavía no ha aparecido nadie dispuesto a quitarlo para volver a pisar a fondo el acelerador. Las tres visitas a Zamudio (2-0), Santurtzi (2-2) y Gasteiz para medirse al filial del Alavés (5-3) dan fe de ello, al margen de que el único compromiso al calor del público de Zubieta tampoco ha pasado del empate (1-1 ante el Balmaseda).

No es menos cierto que la temporada del segundo filial txuri urdin está siendo impredecib­le por llamarla de alguna forma, llena de vaivenes y rachas de todos los colores que han sacado a relucir lo mejor y lo no tan bueno del conjunto blanquiazu­l en estos meses. Sequías goleadoras han dado paso a poderosas exhibicion­es ante la portería contraria, lo que ha dejado un reguero de semanas sin llevarse una victoria a la boca que se han esfumado con varios triunfos consecutiv­os que han devuelto la alegría a la joven plantilla que dirige Sergio Francisco. De todo se aprende.

Con eso y con todo, la Real C se ha mantenido durante prácticame­nte toda la temporada como el mejor equipo guipuzcoan­o, por delante de Lagun Onak, Beasain, Pasaia y Ordizia. Esa hegemonía clasificat­oria, sin embargo, puede tambalears­e este mismo fin de semana, ya que a los blanquiazu­les les toca afrontar un apasionant­e derbi contra un Beasain al alza.

Un tren de alta velocidad

Los vagoneros se han subido al tren, nunca mejor dicho, y llegarán 1 el sábado a Zubieta con un bagaje de seis jornadas sin morder el polvo. José Luis Ribera ha dado con la tecla del éxito y en este 2019 se han arrimado sin miramiento­s a la estufa que más calor desprende. Sin peligros a la vista y con un horizonte ambicioso, el Beasain llega a este derbi dispuesto a todo.

Cinco puntos separan ahora a ambos equipos, 38 de la Real C, que es sexta, por 33 del Beasain, décimo; mientras que un Lagun Onak que está con 35 y afronta un complicado reto en Balmaseda también el sábado puede aprovechar­se de la lucha de sus vecinos para coger la batuta en la tabla. No anda muy lejos el Pasaia mientras que el destino del Ordizia parece abocado a pelear por evitar el descenso hasta el último momento

13 DE ENERO Fue la última victoria de la Real C ante el San Pedro en Zubieta

MONTAÑA RUSA La temporada del segundo filial realista, repleta de altibajos

COMPRIMIDO­S El Beasain, si gana, puede apretar más la pugna guipuzcoan­a

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FOTO: UNANUE Última alegría La Real C celebró el último triunfo contra el San Pedro en Zubieta
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