Todavía hay que remarcarlo
Llueve, hace frío y sopla el viento. Normal. Qué se puede esperar de un domingo de febrero en Donostia. Menos mal que hay fútbol en Anoeta. El paraguas resiste a duras penas y llega el topo sacando chispas a los raíles. ¡Que lo perdemos y no llegamos al partido, puñetas! Venga, para Amara como sardinas en lata. Maldición. Ahora jarrea, el partido ya ha empezado y encima, gol del Athletic. 0-1 antes de que se cumplan los primeros diez minutos. Y ahora, a remontar. Siempre igual con esta Real, no ganamos para disgustos. Menos mal que hay buen ambiente, como en todos los derbis. Cuidado, que igual empatamos. El Athletic no sale de su campo. ¡Qué balón ha puesto Etxezarreta ! La mejor de su equipo es la portera, menudo paradón. A Nahikari no hay quien le pare, da gusto verle jugar en directo. Es el motor de esta Real: corre, combina, genera, sólo le falta marcar. Qué buena. Oye, que Maddi se atreve con todo para salir desde atrás. Y Baños se está almorzando al centro del campo contrario. Tanto perdonar... El segundo del Athletic está al caer. Y toma. 0-2 cuando más valiente y acertada estaba la Real. Esta semana toca escuchar música en el trabajo que el compañero león se pondrá las botas a chiste limpio. Cuidado, ¡gol de Eizagirre ! Se abre la esperanza. Sale Lareo, ojo que tiene algo diferente. Asedio y ambientazo. ¡Y golazo de Bautista! ¡Remontada! Empate a dos y júbilo entre la gente. Todos contentos tras un derbi fascinante. Lo bueno es que era el Real-Athletic femenino. Lo malo es que todavía haya que remarcarlo