Doblete en Anoeta

No entramos en un fin de semana cualquiera. La Real juega dos veces en Anoeta. Hoy lo hacen los chicos, pero el partido gordo probablemente sea el de mañana. Tanto que en Amara sólo se ha vivido un encuentro de semejante envergadura, en 2014, con el Barça como rival y Arrasate en el banquillo. Pero el 2-0 del Camp Nou hacía muy complicado pasar a la final de aquella Copa. Mañana las chicas de Gonzalo Arconada tienen una oportunidad histórica: pueden devolver al club a una final 31 años después y eso no va a pasar desapercibido para una afición que planea darle a Anoeta, como mínimo, el gran aspecto que presentaba el domingo pasado en el derbi. Mariasun, Nahikari, Soldevila, Cardona, Baños, Pizarro, Eizagirre, Beltrán, Ramajo, Torre... Son nombres que pueden quedar inscritos para siempre en la historia del club txuri urdin. Están a 90 minutos de presentarse en mayo en Granada para volver a darle un título a este club que necesita nuevas gestas tras 32 años sin levantar un trofeo.

Hace sólo año y medio, cuando el equipo de Eusebio empezó como un tiro tras meterse en Europa con brillantez la anterior campaña, se habló por primera vez en muchísimos años de la posibilidad de ganar un título en el equipo masculino. Desde entonces han sido despedidos dos entrenadores y casi todos los jugadores han perdido valor. Pero la sangría parece haberse detenido y el partido ante el Leganés aparece como esa oportunidad para engancharse de lleno a la ilusión europea, para dejar atrás el cuadro depresivo que ha perseguido a la parroquia txuri urdin durante toda la temporada. Esa pelea por retomarle el pulso a la lucha europea la tendrá que desarrollar la Real sin Illarramendi. Teniendo a Zubeldia el problema no es el de hace unos años. El canterano ha demostrado que puede ser el sostén ideal de esta Real. Junto a Zurutuza y Merino, puede conformar un centro del campo más que fiable para las batallas que nos llevarán hasta la primavera, donde se decidirá todo