EN BUSCA DEL GOL
España mostró una gran mejoría en su juego, pero le faltó concretar sus oportunidades de marcar La falta de puntería parece la gran asignatura pendiente ahora mismo para los de Luis Enrique
“Creo que el resultado no es justo y que deberíamos haber ganado por cinco o seis goles de diferencia”, explicó Luis Enrique tras el partido entre España y Noruega. La sufrida victoria de La Roja (2-1) no refleja lo visto sobre el césped de Mestalla. El equipo español fue infinitamente superior que su rival, sin embargo en el fútbol ese ‘ser mejor’ debe plasmarse en el marcador. Del primer partido de España en su andadura hacia la Eurocopa 2020 se pueden extraer varias conclusiones.
La primera es la mejoría de la selección española. El técnico asturiano vino avisando que quería que su equipo atacara mejor y, sobretodo, mordiera cuando perdiera el balón.
NOTAS POSITIVAS La velocidad del balón y la presión para robar fueron excelentes
TORRENTE OFENSIVO España generó mucho peligro, pero perdonó ante la meta rival
UN RIVAL FAVORABLE Malta, el oponente idóneo para mejorar de cara a portería
Frente a Noruega, los futbolistas de La Roja supieron hacer circular el esférico y jugar a un toque para conseguir abrir huecos en el muro nórdico. Con Alba y Navas abriendo el campo, los tres delanteros de España se movieron con inteligencia para generar espacios. Las caídas a banda de Morata, Rodrigo y Asensio para asociarse con los carrileros hizo mucho daño al combinado noruego. A ello se sumó la eficaz presión tras pérdida de los de Luis Enrique, quienes asfixiaron a su rival para recuperar rápido la posesión y reiniciar los ataques.
Otra nota positiva fue la convivencia con el sufrimiento. Noruega apretó de lo lindo en el tramo final de partido, aunque esta vez España sí supo resistir para llevarse el triunfo. En los últimos tiempos la fragilidad mental hacía mella y cuando las cosas se torcían La Roja se venía abajo incapaz de reaccionar, algo que finalmente no pasó.
Aún así, no todo fue positivo. La puntería española, o mejor dicho la falta de ella, deparó un encuentro mucho más ajustado e hizo peligrar un resultado que debería haber terminado con una goleada hispana.
Por suerte para España, aquello de ‘quien perdona, termina pagándolo’ no se trasladó a la realidad, aunque bien cerca estuvo de hacerlo. La Selección generó un sinfín de ocasiones para marcar, algo que permite mirar con optimismo los siguientes compromisos, sin embargo dejar ‘vivo’ al rival conlleva que en algún momento éste pueda volverse a meter en el partido, tal y como hizo Noruega.
Los minutos finales también han de servir como ejemplo para España, que no supo ‘dormir’ el partido y concedió a su rival la opción de llevarse algo más de Mestalla. El próximo duelo ante Malta supone un nuevo examen para la Selección, deseosa de convencer y borrar los fantasmas aparecidos en la Nations League ante Inglaterra y Croacia