Mundo Deportivo (Gipuzkoa)

Arranca una Volta llena de alicientes

- Celes Piedrabuen­a

Fiel al libro de ruta que tan buenos resultados les ha dado, la Volta Ciclista a Catalunya empieza a rodar hoy una vez más en Calella, apostando por un recorrido que a primera vista pudiera parecer muy similar al de ediciones anteriores pero que presenta algunos matices, introducid­os con la firme voluntad de ofrecer a los ciclistas un mapa de etapas variado y entretenid­o, que sea de su agrado, en el que puedan dar lo mejor de sí mismos y empezar a acumular kilómetros de calidad para una temporada que sólo lleva tres meses de funcionami­ento. Se mantiene el inicio en la localidad del Maresme, las subidas a La Molina y a Vallter 2000 –el año pasado no pudo disputarse por el peligro de aludes– y el clásico final en el circuito urbano de Montjuïc, en la ciudad de Barcelona, cita a la que acuden infinidad de aficionado­s ante la oportunida­d de ver muy de cerca a sus ídolos con cierta facilidad y en varias ocasiones.

“Es una Volta más dura y abierta que en ediciones anteriores, en la que esperemos que haya mucha lucha. Si Dios quiere la carrera estará muy abierta y no quedará decidida después de la etapa de La Molina”, LEYENDA explica a MD Rubén Peris, el director de la carrera.

Busca la ronda catalana alargar al máximo la emoción en la lucha por las posiciones de privilegio y la victoria final, más aún cuando el campeón del mundo murciano ha logrado la victoria en la cima de La Molina en las dos últimas ediciones. En 2018 ‘El Bala’ se impuso a Bernal en la estación de esquí catalana y salía de la misma con un margen de 19” sobre el colombiano al frente de la tabla, diferencia que mantuvo hasta la conclusión. Este año la Volta visita La Molina en la cuarta etapa. Comienza con una jornada ‘trampa’ en Calella, de media montaña, más dura que en anteriores ocasiones y que presenta en su perfil hasta tres cotas de 1ª (Port de Santa Fe del Montseny, Alt de Muntanyà y Coll Formic). El segundo asalto con final en Sant Feliu de Guíxols, que 25 años después acoge una etapa, está dibujado para un final al sprint, antes de que llegue la primera gran batalla. La tercera etapa, de 179 km, con el primer final en alto, en el techo de la prueba, Vallter 2.000, con 2.150 metros. Una jornada vibrante, dura y preciosa, en la que ya se verán las fuerzas de cada corredor. Tomará el relevo la mencionada jornada de La Molina, a la que seguirá la etapa más larga de la Volta. 188,1 kilómetros entre Puigcerdà y Sant Cugat del Vallès, por carreteras sinuosas, en un terreno ideal para que llegue una escapada o para que se decida al sprint. Un perfil en cierta forma similar al de la penúltima etapa de la Volta, de 174,3 km, que después de partir de Valls se adentra por carreteras estrechas y rompe piernas antes de desembocar en la meta de Vilaseca. La fiesta final será una vez más en el circuito urbano de la montaña de Montjuïc, que el pelotón tendrá que completar ocho veces para saber quién sucederá a Alejandro Valverde en el trono de la Volta o si éste se perpetuará al frente del mismo por tercer año seguido.

“Gane el que gane se lo merecerá. La participac­ión es de lujo. Hemos hecho el recorrido de la Volta que queríamos, como siempre sin pensar en nadie en concreto, e intentando que sea lo suficiente­mente atractivo”, apunta Rubén Peris

 ??  ??
 ?? FOTO: M.MONTILLA ?? Valverdede­fiende la victoria de 2018. En la foto, en las rampas duras de Montjuïc
FOTO: M.MONTILLA Valverdede­fiende la victoria de 2018. En la foto, en las rampas duras de Montjuïc

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain