La confianza de un estilo definido en un bloque sólido
➔ La permanencia vuelve a asomar como objetivo primordial en Ipurua
➔ En Ipurua se han propuesto ir dando pasos pequeños pero firmes, con la estabilidad como bandera y evitando riesgos y movimientos innecesarios. Y en ese camino asoma, un año más, la confianza de un estilo moldeado a imagen y semejanza de José Luis Mendilibar, alma máter de un Eibar que camina con identidad propia por la mejor liga del mundo.
A pesar de que el verano se aproximaba hacia un final incierto con el adiós de Jordán, Peña y Cucurella, tres estandartes de la anterior plantilla, la pretemporada ha servido para comprobar que nada ha cambiado en Eibar. La dirección deportiva se ha movido con destreza para incorporar a savia nueva que ha despuntado en Segunda, maniobras que Garagarza y su equipo dominan como nadie, y el regreso de Inui ha insuflado esperanza a una parroquia armera con ganas de vibrar en el remodelado Ipurua.
Calidad hay de sobra como para soñar con completar otra temporada aseada en la Liga, siempre con la permanencia como primera meta del viaje. Dmitrovic, Ramis, Arbilla, Pedro León, Orellana, Inui o Sergi Enrich están llamados a liderar un proyecto sin visos de agotamiento.
La llegada de Correa, Tejero, Burgos, Expósito y González sirven para tapar los huecos que se habían formado. Con todo, el Eibar aspira a asentarse en una competición que le permite ir creciendo como club, tal y como demuestra la construcción de la nueva ciudad deportiva. Pero el trabajo hay que hacerlo, sobre todo, en el verde cada fin de semana ●