Unida a Paquito en el destino y la fatalidad
➔ Blanca ha fallecido a la misma edad, 56 años, que su hermano mayor
➔ Paquito, Blanca, Lola, Juan Manuel, Luis, Ricardo... seis de los hermanos de la saga Fernández Ochoa marcaron, durante más de dos décadas, el esquí alpino español, convirtiéndolo prácticamente en una cuestión familiar. Por generación espontánea, como los Ángel Nieto, Manolo Santana o Seve Ballesteros, más a golpe de genialidad y talento que fruto de una planificación deportiva de la que
España adolecía entonces, la familia tiró del deporte invernal español. Y de qué manera. Paquito, el mayor, se convirtió en héroe atemporal de varias generaciones con su histórico oro olímpico en el slalom de Sapporo en 1972. Y Blanca, a la que, cuentan sus allegados, de pequeña le daban miedo las bajadas de las pistas, transformó el temor en valentía para acabar dando réplica al logro de su hermano justo 20 años después.
Blanca era una niña, apenas ocho años, cuando Paquito eclosionó en Japón. “Recuerdo que, por la diferencia horaria, la carrera en directo se veía aquí en España como a las cuatro de la mañana. Nosotros vivíamos en la Escuela de Esquí, en Navacerrada. Recuerdo a mi padre gritando ‘Oro, oro, oro’. Gritaban los profesores de esquí, todo el mundo. Me desperté y me levanté. Todo el mundo estaba saltando”, contó en 2014 en una entrevista a la agencia Efe. “Luego me acuerdo de cuando él se bajaba del avión y todo el recibimiento que le hicieron al llegar a España. Mi hermano era campeón olímpico, pero tardé un tiempo en valorar lo que era eso”. Se parecían. Muy competitivos, ambiciosos. “Talento y cabeza”, decía Blanca que eran las cualidades de su hermano. Y compartían gustos. Por el esquí, pero también por el golf y el Real Madrid, una pasión para ambos.
Una pérdida irreparable
En 2006 encajó como un golpe traumático la muerte de Paquito, su hermano e ídolo
Siempre estuvo muy unida a Paquito. Era su hermano mayor, pero también su ídolo, su espejo y su referente en el esquí y en la vida. Por ello, Blanca acusó como nadie la prematura muerte del campeón olímpico en 2006, víctima de un cáncer. Incluso se rapó la cabeza como muestra de su dolor. Paquito tenía 56 años, la misma edad a la que ha fallecido su hermana. Y las muertes de los dos, ambas antes de tiempo, han dejado, con 13 años de diferencia, huérfano y desconsolado al deporte español ●