Un grito desde Urdax

asta con ver a Mikel Iturria apretar los dientes durante los últimos kilómetros de la etapa de la Vuelta que ayer acababa en Urdax para caer en la cuenta de que los guipuzcoanos tenemos algo que nos hace competitivos al máximo en el deporte. El de Urnieta levantó del sofá a todo el territorio a la hora de la siesta con la victoria de su vida, de la que nos hizo partícipes a todos los que amamos el deporte en esta provincia. La tesis de que algo especial existe entre el deporte y los oriundos de este rincón del Cantábrico se refuerza al ver que aquí, donde vivimos pocas más de 700.000 personas, han nacido campeones olímpicos, chaquetas verdes en Augusta, alpinistas de primer orden, maratonianos con medallas europeas o piragüistas de elite. El fútbol no es ajeno a todo esto. Lo demuestra el hecho de que 9 de los 25 jugadores que más partidos han jugado en Primera sean guipuzcoanos o que esta sea la cuarta provincia que más futbolistas con más de 100 partidos en la elite ha visto nacer. Esto y gestas como las de ayer en Urdax deben ser un grito que nos recuerde que nunca podemos dejar de creer en lo que Gipuzkoa y, por ende Zubieta, es capaz de dar a la Real. El hecho de que sólo el 58% de los jugadores de este equipo sean canteranos y únicamente 10 de 25 de esta provincia tan prolija en deportistas pone en cuestión que quienes mandan en este club crean en ello a la altura de lo que exige el rendimiento que ofrece la gente de la casa. La Real tiene una plantilla bonita y redonda, pero la apuesta por la cantera está en horas bajas ●