A dos tantos de pelear por la txapela
➔ Entrena cada día con Jokin Altuna y hace menos de dos semanas tuvo contra las cuerdas a Joseba Ezkurdia en semifinales (22-20). Si alguien tiene argumentos, datos y sensaciones para analizar qué nos puede deparar la final del Cuatro y Medio de mañana en el Navarra Arena, ése es Erik Jaka. El delantero de Lizartza conoce a la perfección a ambos pelotaris, sabe qué tipo de partido le conviene a cada uno de ellos y ha testado de primera mano el momento de forma de ambos. La suya es, sin duda, una voz autorizada para hablar sobre el ansiado duelo.
“Espero un partido abierto”, señala Jaka, consciente de que en las finales los detalles pueden resultar decisivos. “En una final siempre hay tensión, incertidumbre. Seguro que los dos tienen claro su plan, cómo quieren jugar. Por trayectoria, parece que Jokin es un poco favorito pero en una final nunca se sabe. Además, escuchando y leyendo a ambos sobre cómo ven el frontón, la pared izquierda, creo que el saque puede tener mucha influencia”.
Un arte que ambos pelotaris dominan a la perfección, aunque con distintos estilos, y que puede marcar la final. “Los dos tienen un gran saque. El de Joseba puede ser más violento pero Jokin te pone siempre la pelota donde quiere, en el sitio. El que acierte a tocar la pared y que la pelota caiga puede hacer mucho daño, quizás no tanto con saques directos pero sí teniendo el siguiente pelotazo a placer”.
La potencia y la chispa
La potencia puede ser la principal arma de Ezkurdia ante un rival como Altuna III. “Tiene un golpeo muy fuerte, puede intentar hacer daño con eso, meterle mucho ritmo a los peloteos y llevar a Jokin contra la pared. Pero Jokin está con mucha chispa, lo ha demostrado durante todo el torneo. Mucha gente piensa que puede intentar
Erik Jaka verá la final desde la tribuna del Navarra Aren tras quedarse a dos tantos de vivirla desde la cancha, peleando por la txapela. El de Lizartza cayó en el Labrit por un ajustadisimo 22-20 en la semifinal ante Ezkurdia, en un partido vibrante. A Jaka le costó encontrar sensaciones, pero supo reponerse al 12-2 y no se rindió nunca. El 19-12 parecía sentenciar el partido, pero Jaka llevó el duelo a un apasionante 21-20, en el que Ezkurdia tuvo sangre fría para resolver.
Antes, en la liguilla de cuartos, Jaka también puso en serios apuros a su amigo Jokin Altuna. Tras un inicio igualado, el de Amezketa amenazó con romper el partido con el 18-12, pero Jaka vendió cara su derrota y llegó hasta el tanto 19 ●