Una medalla olímpica para el museo
➔ Julen Aginagalde tendrá una última oportunidad para completar un gran palmarés
➔ El 10 de abril de 2016, en el Preolímpico de Suecia, Julen Aginagalde y la selección española recibieron un duro golpeo al quedarse fuera de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro por primera vez en 40 años. Un solo gol apartaba al irundarra, entonces con 33 años, de la posibilidad de pelear por una medalla olímpica, la única pieza que le falta en un palmarés que bien daría para construir su propio museo.
Aquella espina permaneció clavada durante cuatro largos años, endulzados en parte con los títulos de Liga y Copa con el Kielce y, sobre todo, con el oro en el Europeo de Croacia que le permitía añadir un nuevo título a su extenso currículum.
Sabedor que con 37 años no tiene mucho balonmano al más alto nivel por delante, los Juegos Olímpicos de Tokio asomaban en el horizonte como la última posibilidad de lograr la ansiada medalla olímpica -tiene un diploma en Londres-, tanto para él como para gran parte de una selección cuya media de edad supera los 30 años de media.
Perdida la oportunidad del Mundial de Alemania y Dinamarca hace un año -la única plaza la conquistaron los daneses-, este Europeo se presentaba como la última ocasión para conseguir la ansiada plaza sin tener que pasar por el temido preolímpico en Francia con la selección local, Portugal y Túnez en el que habría dos plazas en juego y que a buen seguro haría rememorar la pesadilla vivida en Malmöe en 2016.
Sin embargo, como sucediera en el Mundial, sólo había una plaza para el campeón y países como Francia, Croacia, Alemania, Suecia o Noruega, organizadora del Europeo y subcampeona mundial, se encontraban en circunstancias similares. “El premio de este Europeo es muy grande, es la clasificación directa y todos los equipos menos Dinamarca, que ya tiene plaza, aspiramos a ello, lo que hará que este Europeo, ya de por sí complicado, sea aún más difícil”, afirmaba a MD Julen Aginagalde justo antes de comenzar su participación.
El sueño de una generación
El camino no ha sido sencillo, pero España conquistó el domingo el Europeo, aunque hay jugadores que dan casi tanto o más valor a ese metal como a la clasificación olímpica. Por ejemplo, Julen Aginagalde: “Esta clasificación es lo que quería esta generación y la verdad es que estoy más que contento”, afirmó momentos después de colgarse la medalla que asomaba sobre la bandera de Irun, esa que siempre saca en las celebraciones.
Con un Mundial, dos Europeos, dos Mundiales de Clubs, siete títulos de Liga, nueve Copas y varias distinciones individuales más, Aginagalde tendrá una última oportunidad para colgarse una medalla olímpica que redondearía un palmarés increíble ●
Nadie duda de que Jordi Ribera volverá a contar con él para la cita de Tokio en julio
“Esta clasificación es lo que quería esta generación. Estoy más que contento”