Party sin Zuru
l fútbol, el deporte, la hinchada, al fin y al cabo, siempre ha tenido un ingenio afilado, capaz de idear pancartas como aquella que, en plena ascensión a un puerto del Giro, humilló al paso de los corredores con un ‘Pantani ya habría llegado' en una edición en la que no participó el difunto ‘pirata'. Otra brillante mente pensante dio con un eslogan difícilmente mejorable para definir a la perfección la esencia de David Zurutuza: ‘No Zuru no party', rezó la máxima que durante años relacionó la combustión al máximo de sus posibilidades del motor de la Real con el más alto grado de inspiración del fenómeno pelirrojo, un jugador, como todo futbolista genial, tendente a que las musas mandaran en sus actuaciones. El ascenso a Primera en 2010, guiados por una generación de jugadores entre los que sólo sobrevive Zurutuza en el primer equipo, supuso el pistoletazo de salida a la refundación del club. Y este 2020 en el que se cumplirá una década del retorno a la máxima categoría simbolizará que aquella cuadrilla puede dormir tranquila. Cuando Zurutuza se marche a la conclusión de esta temporada, a punto de cumplir 34 años, el club quedará en buenas manos. Si seguirá impartiendo su magisterio futbolístico o no en alguna otra latitud menos exigente, sólo él lo sabe. De lo que no tendrá dudas es de que, después de una última temporada en el primer equipo de la Real en la que su participación ha sido testimonial, no ha sido necesario que Zurutuza haya carburado al 100% para que haya habido fiesta en Anoeta ●