“Indigna que aún no podamos salir al agua” dice Mas
➔ Después de dos meses de confinamiento en sus hogares por culpa de la pandemia del Covid-19, salvo Jack Miller, quien en Australia, con unas medidas mucho más relajadas, se ha permitido el lujo de entrenar con las motos de cross todo este tiempo, poco a poco los pilotos de MotoGP van iniciando la cuenta atrás de esta pretemporada extra que les ha caído inesperadamente. Con la fecha del 19 de julio como arranque del mundial ya en la mente van saliendo de un confinamiento que solo les permitió hacer trabajo físico en improvisados gimnasios en casa o en el jardín o con el rodillo.
El 8 de mayo Italia permitió a los deportistas profesionales de interés nacional entrenar en circuitos cerrados y con ello llegó el desconfinamiento para los pilotos de la Emilia Romagna, región donde se asientan la mayoría de los pilotos italianos. Valentino Rossi y los chicos de la VR Academy rápidamente saltaron al The Ranch con las motos de flat track. Dias después ya lo hicieron en Fratte y en el Crossodromo la Ginestra en Fermignano con las motos de cross. Paralelamente los dos compañeros del equipo Ducati, Andrea Dovizioso y Danilo Petruci, también salieron con sus motos de cross a entrenar al Crossodromo
Monte Coralli, en el caso de Petrux después de trasladarse desde la casa paterna de Terni donde había pasado todo el confinamiento.
El día 14 el circuito de Misano también abrió sus puertas a los profesionales que quisieran tocar asfalto con las motos derivadas de la serie. De hecho este fin de semana algunos de los pilotos de la VR Academy, no Valentino Rossi que prefiere algo más privado para evitar que se agolpen los tifossi, está previsto que hagan unas tandas.
El 13 de mayo al llegar a la fase 2 una veintena de pilotos profesionales residentes en el Principat de An- dorra recibieron luz verde para vol- ver a entrenarse de forma inmediata y en un plan ordenado en el circuit Andorra Pas de la Casa. Este circuito de karts situado a 2.400 metros de altura es el mal menor a no poder cruzar la frontera con Es- paña donde tendrían que pasar una obligatoria cuarentena, pero al me- nos se han podido foguear con mo- tos de supermotard y de serie de ba- ja cilindrada en asfalto. Por ahí han ido pasando los MotoGP Maverick Viñales, Fabio Quartararo, Alex Rins, Joan Mir, Pol Espargaró, Aleix Espargaró, Tito Rabat e Iker Lecuona más el Moto2 Jorge Marín y el Moto3 Albert Arenas.
Los últimos en ponerse en mar- cha serán los hermanos Marc y Àlex Márquez. Primero pudieron salir con las bicicletas y desde este lunes, con el cambio de fase en Lleida, ya han tenido opción de entrenar en Rufea con las flamantes Honda CRF 450. Pero se esperan a que les acon- dicionen el circuito y poder entrenar en perfectas condiciones, algo que harán a lo largo de esta semana ●
El limbo en el que se encuentran ahora mismo los regatistas olímpicos, sobre todo los que navegan en clases dobles, está haciendo que se encuentren en una situación de gran desigualdad con respecto a sus rivales extranjeros, y también a otros deportistas de especilidades diferentes.
Por lo que respecta a las cuatro clases dobles (470 Masculino y Femenino, 49er, FX y Nacra 17) que competirán en los Juegos Olímpicos de Tokio el año que viene, si los JJ.OO. se hubieran disputado este verano, las cuatro estaban todas ellas en las quinielas para conseguir medalla, pero este parón por el coronavirus que ya va camino de los tres meses les está angustiando más de la cuenta y siguen sin tener respuesta de cuando podrán volver a entrenar en el mar.
Las clases en solitario lo tienen mejor, ya que sí pueden navegar, como es el caso de Gisela Pulido en kitesurf, y que ya se entrena de cara a para París 2024, donde dicha modalidad será olímpica.
La regatista barcelonesa Silvia Mas, que junto a la canaria Patricia Cantero ocupa el número 2 del ranking mundial de la clase 470, ha comentado que “es indignante” que aún no puedan salir al agua, que estén aún confinadas “y que a casi todos los compañeros del equipo les pase lo mismo”. Mas se queja por el hecho que “aún teniendo el pasaporte de Deportista de Alto Nivel no nos dejan navegar en doble porque el requisito es guardar dos metros de distancia con el compañero” y tampoco pueden compartir material, “algo que es muy complicado en el 470”.
Y eso que Mas y Cantero están viviendo el confinamiento y la lenta desescalada juntas en la casa de la catalana en El Masnou (Barcelona). “Estamos haciendo ejercicio físico, bicicleta y reuniones telemáticas con el resto del equipo. Pero claro, no es lo mismo que programar un entrenamiento en el mar, donde solo he salido un día a hacer surf, pero no hubo olas y solo pude remar”, explica la maresmense ● Jaume Soler