Tocan pero no hacen ruido

➔ La Real volvió a atascarse ante un rival que le dejó dos tercios de la posesión de balón pero le cerró los espacios

➔ La estadística reflejaba un solitario remate a puerta de la Real al final de los 90 minutos. Hubo que rebuscarlo entre los imágenes que el partido había dejado en la retina colectiva. De hecho, ni Imanol lo recordaba cuando compareció en sala de prensa, donde habló de que su equipo no había tirado. Fue un toque de cabeza de Le Normand en una acción a balón parado. Un cuero manso, blando, a las manos de Roberto. Tanto que queda la duda de si el balón hubiese llegado a traspasar la línea de gol en caso de que el portero del Alavés no lo hubiese recogido.

El remate del central galo puede servir como resumen del peligro generado ayer por la Real, insuficiente a todas luces ante un rival que planteó el partido esperado y que desactivó por completo al cuadro de Imanol Alguacil. La Real tuvo el balón, como estaba previsto. Incluso lo tuvo más de lo esperado por momentos; un escandaloso 69% del tiempo al descanso. Pero hasta ahí llegaron las presuntas buenas noticias, porque el conjunto txuri urdin fue incapaz de transformar en algo parecido al peligro.

Síntomas de una Real que parecía ya pasada, de aquel equipo que se pasaba el balón sin profundidad, acumulando datos de posesión estéril partido tras partido. El equipo atronador, dinámico, que juega a varias velocidades y se adapta a distintos escenarios no compareció el domingo ante Osasuna y lo hizo menos aún ayer en Mendizorrotza.

La Real tocó, tocó y tocó pero no hizo ruido. Pasó, pasó y pasó pero no golpeó. No tuvo ideas para cambiar un partido que se encaminaba irremediablemente hacia el 0-0 y que terminó peor, con 2-0.

ESTADÍSTICA Los txuri urdin tuvieron un 65% de posesión pero sin generar peligro

Sin alternativa

Los de Imanol Alguacil dispusie- ron del cuero dos terceras partes del partido y remataron una vez, y de aquella manera. La única oca- sión de peligro Real fue un gran centro de Januzaj a Oyarzabal que el ‘10’ no acertó a cabecear. Fue mediada la primera parte. Hasta entonces, nada. Desde entonces, menos.

La salida de balón desde atrás volvió a entorpecerse ante un rival que jugaba con dos puntas. Los llamados a crear no aparecieron y, si lo hicieron, no mejoraron la jugada. El recurso del balón largo a Willian José sólo se contemplaba en situaciones desesperadas, nun- ca como alternativa válida para superar líneas.

La Real quiso dominar desde la posesión pero terminó jugando, por segundo encuentro consecuti- vo, a lo que quiso su rival y no fue capaz de cambiar la corriente. Le dieron el balón, pero también los derechazos ●

UN REMATE Un cabezazo manso de Le Normand fue el único tiro a puerta realista en el partido