Buen arbitraje al nivel del Barça
Del Cerro Grande dirigió con autoridad un partido rápido con mucho juego ofensivo. De Burgos Bengoetxea en el VAR revisó el 1-1 del Villarreal por posible fuera de juego en el inicio de la jugada, que era válida. Tras el descanso, con el 1-3, perdonó a Lenglet un corto agarrón tras una pérdida, merecía falta y amarilla. Luego debió amonestar a Riqui Puig por simular falta y solo le advirtió. En el 68’ el VAR anuló un gol de Messi por fuera de juego de Vidal en la jugada. Antes del final amonestó al segundo entrenador del Barça. En general, buen arbitraje: solo falló en pequeños detalles y alguna falta. DEL CERRO GRANDE 4/5
DE BURGOS BENGOETXEA (VAR) 2/2 ➔ Posiblemente sea tarde, pero el Barça reaccionó en Villarreal. Volvió Griezmann al once y completó su mejor actuación desde el confinamiento y una de las mejores de la temporada, con un golazo y participación en otro, el que abría la lata. Messi, que tiró una falta al palo, se puso en modo repartidor de asistencias y el conjunto barcelonista no marcó más goles porque Asenjo lo impidió. Incluso, ya al final, fue protagonista de un paradón increíble a chut de Braithwaite. Marcaron Pau Torres en propia puerta, Suárez, Griezmann y Ansu Fati y el Barça resolvió un choque trepidante en el primer tiempo y decidido ya en el segundo. Gerard Moreno marcó el momentáneo empate en el mejor partido de la era Setién.
El técnico cántabro parece haber encontrado un sistema en el que su equipo se siente cómodo. Intervino en la pizarra y lo hizo con eficacia en un partido trepidante, de ritmo alto, en el que el conjunto barcelonista ganó la partida táctica. Aunque partía con la etiqueta de equipo más en forma de la Liga post-pandemia, el ‘Submarino Amarillo’ no encontró la fórmula para frenar a Messi entre líneas ni para evitar el gran primer tiempo del todavía campeón. Griezmann formó con Suárez una pareja que leyó bien los espacios.
La puesta en escena del Barça fue sorpresiva. Setién mantuvo el 4-4-2 con el centro del campo en rombo, pero con Messi en la mediapunta, donde en el partido anterior estuvo Riqui Puig. Tras los cambios del segundo tiempo, volvió el 4-3-3. Otro cambio, que sorprendió al Villarreal, fue el uso de dos interiores de llegada, Arturo Vidal y Sergi Roberto, que jugó por la izquierda y fue clave.
Precisamente, protagonistas de esa mini-revolución pusieron por delante al Barça. Sergi Roberto rompió por dentro desde el interior izquierdo y abrió para Alba, cuyo centro envenenado fue desviado a gol por Pau Torres cuando Griezmann ya llegaba al remate.
El 1-0 fue el premio a un gran arranque del Barça, fino en la construcción y con llegadas por dentro y por banda, sobre todo la izquierda, que sin embargo volvió a sufrir con las transiciones del rival. En la primera que fue capaz de montar el Villarreal, un pase largo a Alcácer desde la derecha permitió al delantero valenciano, en posición dudosa que validó el VAR, ganar la espalda a los centrales y ceder a Cazorla, cuyo remate fue inicialmente rechazado por Ter Stegen. Moreno recogió el rebote y marcó. Hubo otras ocasiones para el Villarreal a la contra fruto del posicionamiento ofensivo del Barça, como un remate de Bacca, sustituto de un Alcácer lesionado, que rechazó Ter Stegen. Pero el Barça continuó mandando.
Dos golazos
Luis Suárez volvió a poner por delante al Barça con un chut impresionante de rosca, tras una gran jugada de Messi por el centro. Sorteó rivales y dejó el balón al uruguayo, cuyo lanzamiento fue sutil. Muy parecido al que sirvió a Griezmann para romper su sequía goleadora. Le hacía falta este gol. Esta obra de arte.
Griezmann remató de vaselina, colocando el balón a la escuadra, lejos del alcance de Asenjo, una gran jugada colectiva que llegó a Messi. Leo, en la frontal, se sacó de la chistera un taconazo a Griezmann, que
de primeras, con la izquierda, logró uno de los goles de la Liga.
Calleja introdujo cambios pronto. Dejó a Moreno, autor del gol ‘groguet’, en el banquillo y dio la sensación de pensar más en lo que vendrá, mientras Setién puso a Rakitic por un gris Semedo y a Riqui en lugar de Luis Suárez con media hora por delante, pasando Sergi Roberto al lateral y Messi a una pareja de delanteros con Griezmann. Poco cambió: el control y las llegadas siguieron siendo para el Barça.
Antes del carrusel de cambios, Leo consiguió un golazo rematando una asistencia de Sergi Roberto tras jugada colectiva que pudo ser el cuarto, pero fue anulado por fuera de juego de Vidal en la jugada previa. El cuarto finalmente fue de Ansu, que formaba el tridente del tramo final junto a Messi y Braithwaite, tras recoger un pase profundo de Alba, recortar a Albiol y marcar. Otro golazo ●