Un error de nada que cuesta la lesión
➔ En el imaginario de este domingo queda esa imagen del campeón Marc Márquez doliéndose sobre una camilla en el circuito de Jerez y agarrándose el brazo derecho medio paralizado después de que le impactara de pleno el neumático de su
Honda y se fracturara el húmero.
Un error de nada que le ha costado una lesión que le obligará a pasar por el quirófano, precedido de otro error inicial después de una salvada marca de la casa. Pero entre ambos errores Marc Márquez volvía a demostrar quién es el rey de la categoría. Al volver a pista tras ese primer error cuando estaba liderando la carrera con 0”383 sobre Viñales lo hizo 16º y delante de su hermano Àlex y este relataba como “en tres o cuatro vueltas ha desaparecido, ha hecho un espectáculo impagable y ha sacado el musculo que tiene”.
La pista cambió mucho a las 2 de la tarde y el tren delantero de la Honda ya se sabe lo crítico que es y le mandó más de un aviso. Pero tenía velocidad y quería dar ese primer golpe en la mesa. Lo que hizo entre la 5ª y la 22ª vuelta fue un espectáculo de adelantamientos, pero con cabeza, nada que ver con la locura de Argentina’18. Ya tenía a tiro a Viñales cuando en ese tramo rápido entre las curvas 3 y 4 de Jerez, ahí donde Doohan enterró su carrera en 1999, llegó el highside que compromete su campeonato ●
Lo que hizo entre la 5ª y 22ª vueltas fue un sueño, pero tuvo un mal despertar