Las bravuconadas motivan al Barça
Los populares exjugadores del Bayern acostumbran a hacer mucho ruido cuando creen oler la sangre. Y es que el gigante bávaro hace siete años que no está en una final de Champions y solo ganó la de 2013 en las últimas 18 ediciones. No es raro que vociferen los Rummenigge, Matthäus compañía y hayan retomado cierta propensión teutona a la altivez y al autobombo, confundiendo deseos con la realidad con vistas al partido ante el Barca. Ciertas bravuconadas y comparaciones prepotentes, tomando como diana a Messi, están logrando exacerbar tanto la proverbial autoexigencia del crack como la motivación del vestuario blaugrana para poner en su sitio la arrogancia de los veteranos campeones alemanes. De acuerdo con el mensaje muniqués, cualquiera diría que el Barça es un invitado de segunda fila a esta Oktoberfest cuyas carpas se han levantado en Lisboa y cuyo menú incluye, además de los récords del magnífco Lewandowski y del equipo de Hansi Flick, los tradicionales ‘pretzels', el codillo de cerdo y ‘obazda' de postre.
yAFIRMAR QUE MESSI SE ENFRENTA A SU sucesor como mejor jugador del mundo refiriéndose al polaco, como ha soltado Matthäus, cuando en su curriculum no figura ninguna ‘orejona' por cuatro el argentino, está bien para mantener alta la moral de la tropa, pero es una ridiculez. Compararlo con CR7, en un nivel inferior, en un duelo de goleadores es lo correcto. Otra cosa es que Lewandowski está cumpliendo la mejor temporada de su carrera con 37 goles marcados en la Bundesliga, 13 en la actual Champions y con opciones a su primer Triplete . En un año en que no se elegirá al Balón de Oro ni el premio 'The Best', el mejor jugador de 2020 lo marcará el MVP de la final del día 23. Lo que hacen estos exabruptos es hacer daño al excelente goleador del Bayern y alimentar de motivación extra al conjunto de Setién
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