Un claro mensaje a Rulli

erónimo Rulli regresó ayer a Zubieta después de un año sin pisar las instalaciones txuri urdin. Justo hace 12 meses, por estas mismas fechas, hizo las maletas rumbo a Montpellier y, aunque regresó a Donostia en mayo al darse por finalizada la liga francesa en marzo, no fue hasta ayer cuando se reencontró con su lugar de trabajo habitual entre 2014 y 2019. El escenario que se encontró no sólo no ha mejorado para sus intereses sino que se podría decir que ha empeorado. Si ayer se cruzó con Moyá ala hora de hacerse la PCR, el balear le comentaría que a las 12.00 horas tenía cita en Anoeta para firmar su nuevo contrato con la Real hasta 2021. El mensaje que el club le traslada al meta argentino al redoblar su apuesta por la dupla Moyá-Remiro para la portería es claro: su tiempo como txuri urdin ha terminado. Tiene todo el derecho a defender su condición de jugador de la Real, al fin y al cabo tiene contrato hasta 2022, pero en este punto de su carrera, a sus 28 años, cuando lo prioritario para él debería de ser encontrar un club que crea en él al 100% y que le permita jugar con regularidad, no debería de aferrarse a un contrato. Su elevado salario es un claro obstáculo para encontrar un destino que le seduzca ya que no está al alcance de cualquier club asumirlo. Llegados a este punto, todas las partes deberían de entender que tienen que ceder y, posiblemente perder algo de dinero. A todas las partes les interesa cerrar este capítulo y que Rulli inicie, de forma definitiva, una nueva historia en otro lugar ●