La guinda al sainete
isboa proclamó ayer al nuevo rey del fútbol europeo masculino. Y lo hizo sin público. Anoeta será testigo directo, el próximo domingo, de qué club logra el cetro continental en categoría femenina. Y lo hará sin público también. El viernes el Sevilla ganó su sexta Europa League, sin aficionados en la grada. Sin ser lo mismo, el orgullo y la pasión del sevillismo en las últimas 48 horas ha sido similar a cuando lograron los títulos con afición en la grada. Se ha disputado un partido de tanta tradición como la final de la FA Cup, a puerta cerrada, y el Arsenal lo ha celebrado como la madre de todos los títulos. El único partido que permanece en un limbo, sin ni siquiera fecha concreta, es la final de Copa que debían haber jugado Real y Athletic hace ya cuatro meses. La última fecha que se les desliza a los clubs, entre otras cosas porque o se juega en los próximos ocho meses o no se juega, es la del 4 de abril de 2021, Domingo de Resurrección en Sevilla. Una fecha poco adecuada, a priori, para poder congregar a miles de aficionados en una ciudad que estará a rebosar. En toda esta historia mal relatada, en la que no pocos intereses de unos y otros no se han explicado de forma sincera, el gran perjudicado va a ser el fútbol vasco y su aficionado. El partido se puede acabar jugando 13 meses después de haber logrado la clasificación, sin el fervor de entonces, con otros jugadores, a saber en qué circunstancias. Y todo por no haber asumido, como el resto de competiciones, que esta temporada no había otro remedio que jugar sin público que es, para colmo, como al final pueden acabar jugando. Sería la guinda al sainete ●