La estrategia del burofax
El Barça se equivocó al dar tanto poder al vestuario y Messi también erró al enviar un burofax como forma de decir adiós a una historia linda de convivencia entre el Barça y Leo. No da la sensación de que Messi esté actuando a impulsos sino a una estrategia preconcebida, con pasos claros y un acuerdo con algún club (se habla del Manchester City) previo. Primero se filtró que había roto las negociaciones para la renovación a principios de julio y que se marcharía en la 2021. Luego un periodista brasileño dijo que había comunicado al club que quería irse. Más tarde que no lo veía claro tras la conversación con Koeman y, finalmente, una cadena argentina dijo que se había enviado un burofax. Hay un juego estratégico por parte de los asesores de Messi. El Barça sigue con el mismo discurso de que cuentan con el futbolista y no tienen intención de traspasarlo.
LA OPOSICIÓN DESEOSA de pillar poltrona lo antes posible pide otra vez la dimisión de Bartomeu, como si fuera lo que quisiera Messi para seguir en el Barça, lo que entra en gran contradicción con todos los pasos que están dando. Nadie entiende ni entendería que Leo estuviera jugando alguna carta electoral. Lo que le interesa es irse porque probablemente ya ha llegado a un acuerdo. Si Bartomeu se fuera mañana, Messi también se iría, pero se construye el relato para que quede algo de eso en el ambiente. Al final en la lucha por el poder queda claro que el club está (y debe estar siempre) por encima de las grandes estrellas y de los vestuarios.
SE PUEDE ENTENDER QUE MESSI se quiera ir, pero cuesta que lo haga a través de un burofax y que pretenda marcharse para reforzar un equipo que competirá en el Barça sin dejar ni un solo euro. Messi ha dado muchísimo y el Barça también le ha dado a él. Puede existir una negociación y un acuerdo, pero la mayoría del barcelonismo no entendería que se fuera gratis a un club que compita. Otra cuestión sería a una Liga menor que no se enfrentara al Barça ●