Más difícil que el gol de Wembley
AKoeman solo le faltaba tener que soportar en su primer día el sermón resentido de un aventurero como Aturo Vidal. El chileno está despechado pensando que era un intocable y se tomó la libertad de aconsejar a Ronald y al club que eso del ADN es una antigualla que no se lleva porque el fútbol moderno lo deben representar él y el Bayern, por este orden. De paso, se vendió a la Juve. Menos mal que Koeman es un tipo entero y experimentado que no desconoce como son lo vestuarios de alto riesgo. Sabe perfectamente quién tiene delante y está de vuelta de todo lo que no sea imponer con flexibilidad su estilo para agradar y conseguir resultados. Lo que le espera en este Barça es titánico, a pesar de que su entusiasmo por entrenar en el Camp Nou esté a prueba de bomba.
AL ÍDOLO DE WEMBLEY LE HA CAÍDO UNA buena encima debiendo pilotar esa revolución pendiente que el Barça ha venido aplazando desde los tiempos de Luis Enrique. Un nuevo proyecto que empieza prácticamente desde cero, agravado por las consecuencias de una pandemia que afectará la pretemporada y el resto del curso pero, por encima de todo, por la inesperada decisión de Messi de abandonar el barco a la francesa cuando más se le necesita. Pendientes de saber aún de él y de lo que piensa desde el doloroso 8-2, sobre el capitán argentino debía pivotar el nuevo Barça. Parece difícil que el City haga pasos si no hay un acuerdo con el Barça en las dos interpretaciones, aunque Bartomeu está decidido a no vender.
KOEMAN NO PODÍA TENER MÁS dificultades. Difícilmente el holandés tendrá tiempo para inculcar sus ideas y lo que quiere de los jugadores, a 27 días del debut ante el Villarreal. Los internacionales están en las selecciones diez días, detrás de Rakitic se espera que vayan marchando los jugadores con los que Ronald no cuenta, como Luis Suárez y Vidal, y confeccionar una plantilla consistente con las nuevas incorporaciones, en especial un delantero que difícilmente paliará la cantidad de goles que sumaba Messi .SisevaH