La Roja de Lucho tiene fe
➔ La selección, todavía verde, evidenció problemas pero materia prima para resolverlos
➔ “¡Ahora sí, ahora sí, ahora sí!”, retumbaba la voz de Luis Enrique en el desangelado Mercedes-Benz Arena de Stuttgart para que sus jugadores apretaran la salida de balón de Alemania. El regreso del entrenador asturiano al banquillo de la Roja un año y medio después, los debuts de Ansu Fati, Ferran Torres, Merino y Óscar Rodríguez, el buen tono exhibido por De Gea y Thiago y la fe inquebrantable del equipo para lograr el empate in extremis fueron la únicas noticias positivas que pudo rescatar el combinado español ante Alemania, ahora mismo mucho una selección mucho más hecha a pesar de sus notables ausencias.
El estreno de España en la segunda edición de la Nations League desnudó algunas de las carencias de un equipo todavía a medio hacer, víctima (como el resto de selecciones, en mayor o menor medida) de la escasa preparación que le ha permitido la pandemia. Alemania, rebajada sin varios de sus puntales del Bayern de Múnich como Neuer, Boateng, Kimmich o Müller, echó mano de un fondo de armario y de un vigor generacional que España ahora mismo solo puede envidiar a la espera de que lleguen tiempos mejores.
La valentía de Luis Enrique
Y no será porque Luis Enrique no apueste por la savia nueva. El técnico asturiano, que siempre ha destacado por su valentía, dio la alternativa a Ferran Torres en el once y envidó en la segunda parte dando entrada a Fati, Óscar Merino. El empate fue el premio a la valentía de Luis Enrique, que si al
ygo tiene claro es que la batuta de su equipo la llevará Thiago. El ‘10’ de la Roja sigue en estado de gracia pero todavía no sabe en qué equipo jugará la próxima temporada. Vivir para ver. Aunque España mejoró notablemente con los cambios, la mezcla entre veteranos y jóvenes no resultó. Lucho apostó por un once para guardar el balón y dominar a partir de la posesión pero siempre se impuso el ritmo de los alemanes, menos especulativos y mucho más verticales que los españoles. El regreso de Navas a la posición de extremo fue un chasco y la velocidad del partido le volvió a pasar factura a Busquets, fuera de foco y muy superado en algunos tramos. Pau Torres, ayer de menos a más, se llevó los elogios de Luis Enrique pero el debate del acompañante de Ramos en el eje de la zaga estará a la orden del día hasta la Eurocopa.
La gran misión de Luis Enrique es devolver a España a un estatus de privilegio que perdió hace ya seis años, en el Mundial de Brasil. Por lo pronto, ya tiene buena materia prima y un grupo de jugadores que cree ciegamente en él. Es un comienzo ●
Los debutantes respondieron con nota pero no así algunos veteranos
De Gea y Thiago, los más destacados en un equipo que cree hasta el final en su técnico