Tokio empieza a idear unos JJ.OO. con pandemia
➔ Casi con más pinta de culturista que golfista, Bryson DeChambeau, apodado el “científico loco” de la PGA por sus cálculos aplicados al juego, ya es campeón del Grand Slam. Licenciado en Física, el estadounidense ganó la semana pasada el Open USA rompiendo los moldes del golf y la bola desde el tee tras ganar 20 kgs de músculo en los últimos meses.
En octubre pasado, dio una pista de su nueva apuesta por ganar masa muscular y potencia en su juego. “Volveré el próximo año y pareceré una persona diferente”, sentenció. Dicho y hecho, DeChambeau llevó a cabo su plan y, en efecto, el mundo del golf vio asombrado su transformación y pegada después del confinamiento. Su victoria en julio en el Rocket Mortgage Classic o un zambombazo de 387 metros en el Memorial ya fueron serios avisos para los escépticos.
Una dieta personalizada y el gimnasio han convertido a DeChambeau en el ‘Tarzán del golf’: consume unas 3.500 calorías diarias, por encima de la media para un deportista de élite, y el producto estrella es un batido de proteínas orgánicas.
“No como todo lo que quiero ni cuanto quiero: la clave de mi alimentación es que, de cada dos partes de carbohidratos, debe haber una de proteínas. Es la proporción que vigilo. Antes bebía dos o tres batidos, ahora me tomo siete cada día. Me he vuelto mucho más fuerte y, no por los palos, sino por mi fuerza ahora puedo enviar la bola 20 metros más lejos”, explica el norteamericano, que subió al nº 5 mundial tras sumar su séptimo título de la PGA.
En ese contexto, Bryson ha sido el campeón del Open USA con menos calles cogidas (¡sólo 23 de 56 en sus cuatro vueltas!), toda una revolución en un torneo que se juega normalmente en campos de calles estrechas, ‘roughs’ altos y banderas escondidas. De hecho, el temido Winged Foot, a las afueras de Nueva York, sólo claudicó ante la demostración de fuerza de DeChambeau, el único que bajó del par tras las cuatro jornadas (-6). En contra de cualquier ortodoxia, pares 3 al margen, sacó a pasear el ‘driver’ en cada hoyo con la idea de acercarse lo máximo posible a bandera con el primer golpe sin importarle demasiado irse al ‘rough’.
Gran cambio
Aquí interviene el gran cambio del ‘método DeChambeau’, que ha ganado todo ese músculo para ganar fuerza y sacar también las bolas desde la hierba alta con aparente facilidad. Bryson, un fornido tiarrón de 27 años, 1,85 metros de estatura y 107 kgs de peso, abre de par en par un debate sobre la distancia y la precisión en el golf, ya que, al estar más cerca del green, él prefiere dar un segundo golpe con el ‘wedge’ –un palo más preciso– aunque sea desde el ‘rough’ que estar más lejos y usar un hierro desde el centro de la calle, lo que en principio cualquier golfista quiere conseguir desde el tee.
Es una apuesta violenta para su cuerpo pero, joven como es, de momento es soportable y, visto el Open USA, conduce también al éxito. El tiempo dirá el peaje físico que deberá pagar o no en el futuro, aunque él mismo dice que, cómo no, tiene todo “muy estudiado”. El norteamericano tiene el físico y la fuerza para tomar esa arriesgada vía de juego, cuyo colofón es un putt también personal e intransferible, pero de muchos quilates y estudiado al detalle: Bryson acostumbraba a jugar con un compás para hacer sus cálculos en el green antes de dar el golpe. Por más fuerte que pegue un golfista, nadie gana nada si no tiene un buen putt. DeChambeau cierra también ese círculo porque actualmente es uno de los mejores jugadores en el green.
“Intento comprender la biomecánica de mi cuerpo”, contestó en 2018 cuando los periodistas le pre- guntaban sobre sus prácticas has- ta entrada la noche después de completar su vuelta. Así lo hizo de nuevo en Winged Foot. Y el domin- go levantó el precioso trofeo del Open USA.
“Creo que definitivamente estoy cambiando la forma en que la gente piensa sobre el golf”, afirmó Bry- son tras ganar su primer Grand Slam. Como en su día hizo Tiger Woods, DeChambeau reta ahora al mundo del golf con su nueva e im- pactante forma de atacar la bola. En el Masters, aplazado a noviem- bre, habrá una nueva ocasión de ver el alcance de su innovación en el campo más legendario del mun- do, Augusta. Sin duda, él será uno de los grandes favoritos.
Y tiene un plan para atacar el Masters: ganar 6 kgs más de mús- culo y ponerse a trabajar ya con un nuevo prototipo de varilla para su ‘driver’ 6 centímetros más larga que la actual (122 cm en total) por- que él y su equipo están convenci- dos de que con él podrá alcanzar 330 metros de distancia con relati- va facilidad. ‘Tarzán’ no se cansa en la búsqueda de sus límites ●
Los organizadores de los JJOO de Tokio han comenzado a idear medidas para poder celebrar el evento en 2021 incluso si la pandemia no remite, a lo que se suman los mensajes de optimismo lanzados por el COI de cara a unos Juegos “con o sin coronavirus”.
Los anfitriones nipones ya tienen sobre la mesa un protocolo de seguridad sanitaria para la llegada y estancia de los atletas, y han tomado como modelo el retorno de público a los estadios de competiciones nacionales en Japón y otros países para elaborar un sistema que permita que haya espectadores en las pruebas olímpicas.
Las primeras propuestas que han salido a la luz para gestionar la entrada de más de 11.000 atletas a Japón apuntan a un “tratamiento especial” para los mismos, que les libraría de someterse a los férreos controles fronterizos que aplica Japón desde el inicio de la pandemia. Entre ellos, la cuarentena obligatoria de dos semanas para que puedan entrenar y competir a su llegada.
El COI y los anfitriones aún confían en que el reto logístico que supondrían los Juegos durante la pandemia se vea minimizado por la disponibilidad a tiempo de una vacuna, o en su defecto, por otros avances médicos y tecnológicos, como el desarrollo de tratamientos efectivos y pruebas del virus más rápidas y fiables. El presidente del COI también mostró su esperanza en que las pruebas rápidas y otras herramientas médicas en desarrollo puedan servir “para garantizar un entorno seguro”.
Junto a la reanudación de las competiciones en todo el mundo, otro de los principales motivos para la esperanza de cara a los JJOO de 2021 es la situación de la pandemia en Japón, que por el momento dan por controlada las autoridades y lo que incluso ha permitido volver a contar con un amplio número de espectadores en las gradas en las últimas semanas ●
“Creo que estoy cambiando la forma en que la gente piensa sobre el golf”
Pretende ganar 6 kgs más de músculo antes del Masters, aplazado este año a noviembre