Faltan cosas, falta Silva
a temporada sigue siendo ilusionante y la final de Copa lo cambiará y determinará todo. Ganarla ya dejaría un poso de felicidad en la parroquia txuri urdin, pero el problema empieza a ser que se está perdiendo el colchón por si la Real se queda a las puertas de la gloria también en esa cita tan esperada y tan retrasada. El rendimiento en la semifinal de la Supercopa fue ilusionante y tranquilizante, porque la Real se acercó a su mejor versión y sólo el mejor portero del momento en su noche más inspirada le alejó de la final. Pero el hecho es que ese partido lo perdió y con él, la opción de dar lustre a la temporada y de obtener un título. Las expectativas son máximas, sobre todo después del arranque arrollador y aquel liderato, pero ya ha pasado la mitad del curso y ahora mismo a la Real le está faltando algo, más que para ser competitiva, para ganar a su adversario. Los txuri urdin han disputado ya media Liga y 26 partidos en total, por delante tienen entre 23 y 35, dependiendo de cómo les vaya en la Copa y en la Europa League. Hay cuatro torneos en juego. En el primero, las ilusiones de ganarlo quedaron frustradas de inicio. Un partidazo, una lección para los jóvenes, orgullo en estado puro para su parroquia, pero a la calle en los malditos penaltis. Cuando la Real era como una orquesta con Silva como director, aquello era sinfonía de victoria. Sin la varita del grancanario, en los partidos disputados y parejos, la Real no está saliendo victoriosa. Falta Silva, esto es lo vital. Quizá hay que pensar cómo ganar también sin él. Falta gol y quizá alguno más para la rotación atrás ●