Violencia para regular el tráfico

Una agresión a un ciclista sirve para anunciar las nuevas normas para adelantar

El lunes cerraba el programa con una de esas imágenes cargadas de violencia que tienen, como única función, servir de adorno. Una escena llena de agresividad, de la que no tenían prácticamente ningún contexto, pero que conllevaba un impacto visual. Era un ciclista recibiendo un fuerte puñetazo por parte de un conductor en Gran Canaria. Las imágenes estaban grabadas por el pasajero de otro vehículo que se encontraba con el percal en mitad de una carretera.

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Al día siguiente esa imagen residual que servía como postilla final pasaba a estar en todos los programas. Tanto en como en

repetían las imágenes de la fuerte agresión y explicaban que era fruto de una discusión de tráfico. Añadían una entrevista al ciclista agredido, con las heridas del puñetazo muy visibles en su rostro. En

también repitieron las imágenes, esta vez como parte del informativo, orgullosos de anunciar que habían conseguido tener “las dos versiones”. Entrevistaban al ciclista para que contara lo que sucedió y, como agradecimiento, le obsequiaban dejándole escuchar los argumentos de su agresor, que seguía fanfarroneando sobre el daño infligido.

¿De qué le sirve a la gente convertir esta pelea en noticia? Absolutamente de nada porque

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las circunstancias no conllevan una implicación social. Simplemente consideran entretenido que la gente se trague las amenazas brabuconas y machistas de un tío que acaba de dar un puñetazo a otro. No hay nada como la divulgación de los valores en estos programas, que han acabado asociando el deporte a la violencia. Lo más surrealista es que en todos los espacios utilizaron estas imágenes para advertir a los espectadores que la

había modificado las normas de tráfico respecto al adelantamiento de ciclistas en la carretera. La violencia de una discusión de tráfico sirve para anunciar una nueva normativa. Una manera muy llamativa de alertar al espectador sobre el peligro que corre de no ajustarse a la ley: salir en los programas de deportes que están ávidos de atropellos y agresiones a ciclistas ●

DGT