Por la única vía en la que cree

ocas situaciones generan una frustración y una impotencia mayor que encajar un gol en el minuto 2 y, después de todo un partido remando contra corriente, irte a casa de vacío. Isak, con la primera gran aportación de Carlos Fernández al ganar dos balones de cabeza en el área antes de que el sueco definiera con un voleón tras el toque postrero de Merino, evitó que esa frustración fuera máxima en la Real. Habrá quien piense que el empate sabe a victoria, como todos lo que se consiguen cuando falta un minuto, pero viendo el comportamiento de la Real durante todo el partido, es casi más legítimo defender que fue un premio escaso para los txuri urdin. La Real expuso mucho más que el Villarreal. Tanto que el gol de Parejo llegó tras salir su equipo de una presión de la Real en el área de Asenjo .Es ésa suerte de ingenuidad, de generosidad futbolística, la que debe vigilar más la Real. No le pueden hacer tanto daño con tan poco, simplemente saliendo de una presión tan valiente, que a veces es suicida. Que permite al rival plantarse ante Remiro sólo con una conducción. Porque casi le cuesta la derrota en este momento en el que le está costando hacer gol. No es normal someter como sometió al Villarreal, meterle como le metió en su campo, generar las llegadas al área que generó y tener que esperar hasta el 93 para empatar. Pero esta es la Real y como tal hay que admitirla porque es lo que le ha llevado al éxito. Encajó un gol por los enormes riesgos que asume y empató persistiendo hasta el final por la única vía en la que cree. La del fútbol en el que cree ●