Mem, N’Guessan y Janc, bajas ante el Veszprem
El Barça reaparecerá mañana en la pista del Telekom Veszprem sin Dika Mem, Tim N'Guessan ni Blaz Janc, los tres lesionados durante el Mundial de Egipto. Aron Palmarsson y Luka Cindric sí viajarán hoy a Hungría. El club azulgrana anunció ayer la baja de N'Guessan durante seis semanas por una lesión miotendinosa del abductor largo de la pierna derecha. Mem tampoco jugará en Veszprem por un esguince en el tobillo derecho y Janc tiene una sobrecarga en el tendón de Aquiles del pie izquierdo, pero ellos incluso podrían reaparecer el día 9 en la visita del Veszprem al Palau.
“Nos espera un mes y medio de supervivencia y tendremos que ir priorizando las cosas”, avisa el técnico azulgrana, Xavi Pascual. Si llega a la final de Copa del 7 de marzo, tal como se espera, el Barça jugará 13 partidos en los próximos 33 días. “Es una locura. El domingo aún estaban jugando el Mundial y el jueves contra el Veszprem. No tiene sentido, pero es lo que hay, ya lo sabíamos. Igual que nosotros, los otros también tendrán sus problemas. Tenemos lesionados y gente tocada, pero intentaremos sacarlo como sea”, explica ‘Pasqui'.
“Recuperar a la gente es lo que más me preocupa. Es una situación muy complicada e iremos trampeando para sacar los partidos adelante. Este Mundial nos ha pasado y nos pasará una factura muy grande, pero iremos a ganar con lo que tengamos”, dice. Pascual disculpa al equipo francés por Mem y N'Guessan, que forzaron en algún partido. En 2019, Xavi sí cargó contra el equipo danés por “la gestión de mierda” de la lesión de Mortensen.
“Son casos absolutamente diferentes porque esta vez hemos estado informados y nuestro médico ha sabido siempre lo que había. En estos campeonatos corremos estos riesgos, pero hay que cuidar siempre a los jugadores, en los clubs y en las selecciones. Creo en la buena fe de la gente, pero estos campeonatos nos hacen perder un poco la realidad. Lo difícil es decidir si juega o no y el ímpetu del momento no te hace ver lo que hay delante e igual N'Guessan se perderá ahora el Preolímpico. No se trata de buscar culpables, sino que en estos torneos los jugadores acaban reventados. Es difícil gestionarlo”, explicó Pascual ● Lluís Carles Pérez ➔ “Dejé el atletismo tras los Juegos Olímpicos de Sídney, pero quería decir adiós de manera oficial ante mi público de Donetsk, precisamente donde comencé mi carrera y donde todo el mundo me conoce”, dijo Sergey Bubka un 3 de febrero de 2001. Lo cierto es que aquel fue su último día como atleta profesional, pues no pudo competir ante su público un día más tardes.
Fue hoy hace veinte años cuando Bubka puso fin a una carrera meteórica en el salto con pértiga, una trayectoria de leyenda de un atleta con aura de invencible, con ‘Triple Corona’, un oro olímpico y seis mundiales. Bubka encarnó el esquema de lo que es la esencia del deporte. Sus ganas por superarse a sí mismo, por ser mejor cada día, le llevaron a batir 35 récords mundiales (17 al aire libre y 18 en pista cubierta) a lo largo de su carrera. Fue el primer mortal en superar el listón de los seis metros, una quimera en su época que supo convertir en rutina a partir de aquel primer 6,00 un 13 de julio de 1985 en París. De hecho, hubo que esperar a Renaud Lavillenie en pista cubierta y, más recientemente, a Armand Duplantis al aire libre para ver caer sus topes universales de 6,14 en outdoor (desde 1994) y 6,15 en indoor (desde 1993).
Legado eterno
Porque Bubka quería resultados diferentes. Y era consciente de que para ello debía hacer algo distinto al resto. Moldeado por Vitaly Petrov, introdujo cambios en la manera de competir. Modificó el agarre de la pértiga e incidió en su apoyo en el suelo para crear una parábola mayor que le permitió ganar altura al atacar el listón. Portento físico, acompañó el cambio técnico con su velocidad en la carrera para generar una fuerza máxima que supo mantener en el movimiento de inicio de la elevación.
Bubka acostumbró a comenzar sus concursos ya sobre alturas significativas y, también, a acabarlos el último. Ganó seis Campeonatos del Mundo consecutivos al aire libre, una marca que reflejó su dominio. Le costaron más los Juegos Olímpicos: campeón en Seúl 1988, no había podido debutar en Los Ángeles 1984 por el boicot soviético. Fue en Barcelona 1992 cuando sufrió, tras tres nulos, una de las derrotas más duras de su carrera. Se lesionó antes del concurso de Atlanta 1996 y llegó a Sídney 2000 tras años de problemas físicos.
“Dejé el atletismo tras los Juegos Olímpicos de Sídney, pero quería decir adiós de manera oficial ante mi público de Donetsk”, anunció aquel 3 de febrero de 2001. Entonces anunció su retirada un genio de las alturas, un mito cuyo legado sigue en una posición privilegiada veinte años después ●
Evolucionó su disciplina a nivel técnico y dejó marcas adelantadas a su época