Argumentos para el repunte

n el primer partido en el que la Real dejó atrás la vorágine en la que se ha visto inmersa gran parte de la temporada, volvió a golear en Anoeta. En el primer partido que pudo preparar con una semana de plazo, reaparecieron las mejores virtudes de la Real y, como consecuencia, una plácida victoria sobre un adversario inferior al que, además, el VAR le echó una mano al cuello. Mateu Lahoz pareció actuar desde el monitor con el cargo de conciencia que le supuso su decisiva intervención en la eliminación copera con la roja a Illarramendi y, con un penalti a favor y otro anulado en contra, allanó el camino a la victoria de la Real. No habría necesitado la intervención del equipo arbitral ya que, aunque el Cádiz resistió bien con su plan de partido, replegado y disciplinado, los argumentos de la Real ya habían despuntado. Isak ha recuperado el punto de excelencia que tuvo a estas alturas del año pasado y explorando los espacios, con un juego predeterminado a la espalda de la zaga del Cádiz, la Real ya estaba haciendo daño con el sueco, que vuelve a ser indetectable. El partido se acabó decantando con una inevitable polémica pero el destino del mismo parecía también inevitable, el triunfo txuri urdin. Porque con la cabeza y las piernas más frescas, apareció el mejor Oyarzabal, ese que golpea como un martillo pilón, o el mejor Monreal, además de ese Isak que es una joya. Los argumentos del cuarto equipo más goleador de la Liga que permiten creer en un repunte ascendente ahora que llega el momento decisivo del campeonato

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