Mundo Deportivo (Gipuzkoa)

Ahora a por la décima

- Joan Poquí

➔ Leo Messi, quién si no, lideró una gran reacción del Barça para remontar en su visita al Benito Villamarín el 1-0 inicial del Betis y mantener la racha de victorias en LaLiga. El conjunto de Koeman estuvo contra las cuerdas, no pudo mantener el control del partido la primera vez en que se puso por delante y tuvo que remar hasta el final en un nuevo derroche físico. Pero sumó tres puntos más. ¡Y con gol de Trincao! El extremo luso fue, con el gol del triunfo, el último protagonis­ta de un partido con aparicione­s de Araujo, con su lesión; Borja Iglesias con su gol; Fekir con su juego; Pedri poniendo luz en el fútbol azulgrana en la segunda parte; y, por encima de todos, Messi, reservado de entrada y eterno Espíritu Santo del Barça.

Contra el equipo andaluz se repitieron varios puntos del guión del partido de la primera vuelta, en el mes de noviembre: también entonces Leo se quedó en el banquillo de entrada. Y hubo una lesión grave: la de Ansu Fati en aquella ocasión. Esta vez fue Araujo, otra pésima noticia a la espera de un parte médico definitivo. Y, por los pelos, pero se repitió el desenlace. El Barça había completado una remontada en el Camp Nou, donde acabó ganando por 5-2. En el Villamarín, tras encajar en un remate de Borja Iglesias en un primer tiempo muy flojo, la entrada de Messi revolucion­ó al equipo. Marcó el empate y originó el 1-2, de Víctor Ruiz en propia puerta. Tras el 2-2, del mismo central ex españolist­a, Trincao se estrenó como goleador de la mejor manera posible.

Rotaciones y fatalidad

En plena lucha por la Copa semana a semana, Koeman apostó fuerte por las rotaciones. Se quedaron en la caseta Pedri, Messi y De Jong. El descanso del holandés, sin embargo, se quedó en poco más de diez minutos. El argentino y el canario comenzaron a calentar en el descanso. Resulta que Araujo no fue de los elegidos por Koeman para rotar y tuvo la mala suerte de apoyar mal el pie izquierdo al ir a despejar un balón y torcerse el tobillo de forma muy ostensible. Frenkie entró para jugar de central al lado de Lenglet.

Fue el principal quebradero de cabeza para Koeman en el inicio, pero no el único. Los primeros minutos comportaro­n problemas para el Barça por la derecha de su defensa. Ahí fue donde se lesionó Araujo y por ahí entraban Juanmi o incluso el lateral Álex Moreno. Sus centros buscaron a Borja Iglesias, pero no llegaron a encontrarl­o en esa primera tanda de llegadas. En una ocasión, por los pelos: lo evitó Lenglet in extremis. El Barça, hasta poco antes de la media hora, no había creado

Novena victoria consecutiv­a del Barça como visitante. Su mejor racha desde abril de 2015. una ocasión clara de gol, a pesar de que hubo detalles de Riqui Puig más llamativos que efectivos y balones largos buscando a Braithwait­e. Lenglet cabeceó fuera en inmejorabl­e posición de remate. Fue la gran ocasión de los azulgranas para poner el partido en franquicia.

Pero finalmente lo que pasó fue que el ‘Panda’ llegó a un centro. No por la zona de Mingueza, sino por la de Jordi Alba, fino en ataque como siempre pero poco fiable en defensa, como Busquets, que ni siquiera compitió por ganar la posición al delantero bético, que remató de primeras el centro de Emerson Royal, que había llegado hasta la línea de fondo por la derecha tras apertura de Fekir, el ingeniero jefe del ataque bético. El Betis se había puesto por delante en un primer tiempo flojito.

Un chut de Mingueza a centro de Dembélé que el meta rechazó a córner fue el primer aviso del Barça en la segunda parte, tras entrar Pedri por Braithwait­e. La respuesta fue de Juanmi, que ganó la espalda a De Jong y obligó a Ter Stegen a evitar el 2-0.

Entra Leo y...

Lo que cambió el partido fue la irrupción de Messi. Fue entrar en el campo y, a los dos minutos, recibió un pase de Dembélé, se acomodó el balón y con la izquierda lo ajustó entre el portero y la base del poste para empatar. Un golazo de Messi para decir: “Aquí estoy yo”. Junto a Leo entró Trincao y el Barça volvió a a un 4-2-3-1, con Busquets y Pedri en el doble pivote y

Alavés - Valladolid

Levante - Granada

Huesca - R. Madrid

Elche - Villarreal

Sevilla - Getafe

R. Sociedad - Cádiz

Athletic - Valencia

Osasuna - Eibar

Betis - Barcelona

At. Madrid - Celta

Clasificac­ión

At. Madrid Barcelona R. Madrid Sevilla Villarreal R. Sociedad Betis Granada Levante Athletic Celta Valencia Getafe Cádiz Osasuna Alavés Eibar 50 43 43 42 36 35 30 30 27 25 25 24 24 24 22 22 20 20 18 16 19 16 21 13 21 13 21 13 22 8 22 9 22 9 22 8 21 6 21 7 21 6 22 5 21 6 22 6 22 5 22 5 22 4 22 4 20 3 22 2 2 4 4 3 12 8 3 6 9 4 7 9 6 6 7 7 8 8 9 10 1 4 4 5 2 5 10 8 6 10 8 8 9 10 10 10 10 10

8 10 40 44 37 31 31 36 29 26 31 28 24 28 17 20 21 19 18 21 18 18 10 20 19 16 22 20 37 36 31 26 31 30 26 35 31 29 25 33 28 32

Leo entre líneas, con Griezmann arriba y Dembélé y Trincao en las bandas. ‘Dembouz’ tuvo una gran ocasión, tras recibir una apertura de Griezmann, que el meta Joel Robles mandó a córner.

Catorce minutos después de entrar en el partido, Messi habilitó a Jordi Alba y su centro, que intentó rematar Griezmann pero le salió un rechace, fue finalmente introducid­o en la portería por el central Víctor Ruiz. Griezmann rechazó y Ruiz goleó: el mundo al revés. El central se quitó la espina al rematar a gol (2-2) una falta lateral que había cometido Busquets y que lanzó Fekir. El Barça no pudo evitar el intercambi­o de golpes y Ter Stegen apareció para salvar el 3-2 a la salida de un córner y en una acción de Canales.

Pero el que decidió fue Trincao, invitado inesperado en el desenlace del partido. El extremo luso demostró que sigue al alza y , con un chut impresiona­nte que se coló, ante la vigilancia Víctor Ruiz, en la portería de Joel tras tocar el larguero,asegurótre­spuntosdeo­ro ●

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FOTO: GETTY Messi corrió rápido a felicitar a Trincao por el 2-3

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