El Eibar va de mal en peor y ya es el nuevo colista
➔ El conjunto armero cayó frente al Levante (0-1) y encadena 13 partidos sin ganar
➔ El Eibar no levanta cabeza. No será porque los jugadores de José Luis Mendilibar no lo dejen todo sobre el campo en sus partidos, pero lo cierto es que los resultados no llegan y los armeros van de mal en peor. Frente al Levante se jugaba la vida el cuadro eibarrés y acabó sumando una nueva derrota (0-1) -otra más- para alimentar una dinámica que le ha arrastrado hasta el último lugar de LaLiga. Los de Ipurua llevan 13 partidos sin ganar y únicamente han sumado 4 puntos de 39 posibles, una racha que les hace ser acreedores de la vitola de colista.
El Eibar sufrió el primer revés antes de empezar el partido. Marco Dmitrivic se resintió de unas molestias en el cuello durante el calentamiento y causó baja a última hora, siendo Yoel el que ocupó su lugar. Pese a ello, el conjunto de Mendilibar empezó con ímpetu el encuentro. Dada su situación, el cuadro armero intentó ser protagonista para tratar de ser dueño de su destino, pero le costó encontrar fisuras en un Levante sólido y bien plantado.
Sergi Enrich protagonizó la mejor ocasión del Eibar en el primer tiempo, pero su disparo fue desvia- do a córner por un defensa.
Jarro de agua fría
Al filo del descanso llegó el jarro de agua fría para el conjunto eibarrés. En el tiempo de descuento, un centro de Clerc lo terminó remachando De Frutos con un zambombazo im- parable para Joel. Las caras de los jugadores del Eibar eran un poema, pero pese al fuerte golpe el cuadro de Mendilibar no se vino abajo y sa- lió a por todas en el segundo tiempo.
El Levante, pese a jugarse poco, casi no concedió ocasio- nes a un Eibar que terminó desquicia- do. El último coletazo lo dio Kike García aprovechando un centro, pero su remate salió rozando el palo de la portería de Aitor Fernández.
El pitido final confirmó las malas sensaciones del Eibar, que se sabe el nuevo farolillo rojo de la competi- ción ● ➔ Pacheco se convirtió ayer en el gran protagonista del derbi vasco de San Mamés entre Athletic y Alavés. Un encuentro con fases de dominio para cada equipo y con contadas ocasiones de gol. Los leones empezaron y acabaron mejor, pero en medio el conjunto babazorro supo hacer su partido.
Los suplentes habituales de Marcelino arrancaron con mucho ímpetu, pero fueron desinflándose con el discurrir de los minutos ante un rival al que le costó coger su sitio en el campo. Una vez que lo hizo, eso sí, también avisó a Unai Simón de sus intenciones. El partido pintaba tan mal para los leones que su entrenador no dudó en recurrir a cinco de sus titulares habituales en poco más de cinco minutos.
El portero visitante, que en la primera parte ya había evitado que Sancet marcase, se lució en la recta final a un remate a bocajarro de Nuñez primero y a una llegada en solitario de Berenguer después. Los albiazules, por su parte, cantaron dos goles, uno en cada tiempo, pero ambos fueron anulados. El primero de ellos, al borde del descanso, a instancia del VAR por fuera de juego previo de Joselu, el autor del mismo.
Rotación múltiple
Marcelino afrontó este envite con una rotación múltiple. Unai Simón y diez nuevos respecto al once titular que presentó frente a la Real tanto en la final de Copa como en el derbi liguero de entre semana. Balenziaga ejerció de central, Lekue de lateral zurdo, Ibai entró en 1 Unai Simón 21 A. Capa
3 Nuñez
24 Balenziaga 15 I. Lekue
7 Ibai
(10 Muniain)
6 M. Vesga
8 U. López 64' (14 D. García)
2 Morcillo 69' (12 Berenguer) 16 Sancet 69' (22 Raúl García)
20 Villalibre 63' (9 I. Williams)
T.
Marcelino
Lel interior diestro y Sancet acompañó arriba a Villalibre.Calleja, en su estreno en el banquillo babazorro, también sorprendió con su alineación. El técnico albiazul, que apostó un claro 1-4-4-2, apostó por Martín como lateral diestro con Ximo Navarro en la otra banda y Tachi de central y desplazó a banda a Peleteiro para meter a Lucas Pérez junto a Joselu en la delantera. Laguardia, sorprendentemente, se quedó en el banquillo ●
Un solitario gol de De Frutos agravó la crisis de resultados del conjunto eibarrés