Mundo Deportivo (Gipuzkoa)

Ni intensidad, ni desborde ni remate

En la segunda parte, ganando 1-0 y siendo ya líder, el Barça no tiró entre palos y estuvo blandísimo atrás

- Fernando Polo

➔ El Barça protagoniz­ó una primera parte digna, en la que logró ponerse por delante en el marcador y agarró momentánea­mente el liderato, pero se cayó en un segundo tiempo de un equipo que quiere ser campeón de Liga. La de ayer era una ocasión de oro y había que vivirlo a tope, al límite, a flor de piel, sobre todo en las áreas. Y ahí el Barça estuvo desconocid­o.

La alineación ya dejó unas sensacione­s extrañas. Koeman dejó fuera

del once a Pedri, que necesitaba un descanso, a Dest y a Lenglet. En lugar del central francés no puso a Araujo sino a Umtiti. Lo de poner a un central zurdo es muy de Koeman, pero al final Araujo, todo un seguro, se quedó fuera. En el carril derecho, Sergi Roberto fue el elegido y nunca dio sensación de profundida­d. No estuvo mal, pero apenas sorprendió en una llegada al área. Poco más. Y en la media, Ilaix no desentonó, cierto, pero ayer el equipo se jugaba un liderato que le habría dado alas a nivel anímico para los cinco partidos que quedan de campeonato, empezando ya por el del domingo en Mestalla. Pero no.

Es fácil hablar a toro pasado, conociendo el marcador, pero el de ayer era una final en casa para subirse a la ola buena. Pero Koeman se fio de su plantilla. Y algunos no dieron lo que se esperaba de ellos.

El primer tiempo fue correcto. No hubo apenas profundida­d por banda pero la buena conexión entre Messi y Griezmann generó peligro. Fruto de una de estas combinacio­nes entre el francés y el argentino llegó el 1-0, firmado por el capitán en el minuto 23. Era un escenario ideal para buscar el 2-0 que casi matase el partido. Messi lo rozó, en el 36’, pero tiró fuera ante Aarón, el portero del Granada.

A los 40 minutos, el Granada dio el primer aviso por mediación de Soldado. Pero el Barça no captó la señal. Así se llegó al descanso y tras el mismo, Griezmann tuvo el 2-0 pero su tiro con la derecha no cogió rosca y se fue fuera. Ese también fue un lastre de los azulgrana en la segunda parte: no hubo ni un tiro entre palos. Messi lanzó una falta a la barrera y Sergi Roberto tiró fuera desde dentro del área. Y ya está. No hubo más remates y apenas hubo desborde hasta que entró Dembélé. Y del tiro de Sergi Roberto al 1-1 de Machís (63’), en que Mingueza estuvo blando y Ter Stegen no tapó

Mingueza falló en el 1-1 y Piqué y Umtiti dejaron solo a Jorge Molina en el 1-2

su palo y por ahí se la comió.

El empate descompuso al Barça y la expulsión de Koeman acabó de descentrar­lo. Ni con la entrada de Dembélé y Trincao dieron más desequilib­rio ni remate. Messi y Griezmann ni apareciero­n. De Jong, gran llegador, ni la rascó. Mientras, el Granada olió la sangre y se estiró. El suplente Jorge Molina, un ‘9’ de 39 años pero ‘9’ al fin y al cabo, firmó el 1-2 a pase de otro suplente, Marín, en el 80’. El ariete del Granada remató solo entre Piqué y Umtiti, solo como la una. Un error que puede costar una Liga y que fue la señal más clara de una segunda parte sin intensidad, desborde ni remate ●

 ?? FOTO: PEP MORATA ?? Machís supera a Ter Stegen en la acción del 1-1, en la que también estuvo blando Mingueza
FOTO: PEP MORATA Machís supera a Ter Stegen en la acción del 1-1, en la que también estuvo blando Mingueza

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