La Real sigue de mano

er la botella medio llena o medio vacía es intrínseco a esta fase de la Liga. La Real cuenta con dos grandes ventajas respecto a Villarreal y Betis, rivales con una partida presupuestaria destinada a futbolistas superior a la de los txuri urdin. La primera, que la Copa ya luce en sus vitrinas, lo que rebaja el punto de urgencia respecto a dos clubs confeccionados a golpe de talonario. Y la segunda, que a cuatro partidos para el final aún sigue de mano, con el Granada casi eliminado de la ecuación tras su derrota ante el Cádiz lo que, en el peor de los casos, hace que la Real tenga ya casi garantizado el pasaporte a la Conference League. No es lo que nadie quiere y, en ese camino, la derrota en Huesca es una decepción pero tampoco es algo que no se pudiera presupuestar viendo que el equipo llega con sus fortalezas en la reserva a una fase del campeonato en la que ninguno de los 12 puntos restantes se repartirá en base a previsiones preconcebidas. A todos les cuesta ganar. El Betis suma seis empates consecutivos, el Villarreal ganó en el 80' y el Granada casi dijo adiós ayer a Europa al perder ante el Cádiz mientras la Real conserva su iniciativa en la quinta plaza pese a perder. Es cierto que si llega a ganar en Huesca habría dado un paso de gigante pero no lo es menos que dos de los tres equipos que afrontaron esta jornada en descenso han ganado y el tercero empató. Señal de que, juegues contra quien juegues, no se compite igual a estas alturas y de que sólo cuenta concentrarse en tus propias fortalezas que la Real, sobre todo con el retorno de Silva, las tiene y sigue de mano ●