El Villarreal, a la final de la Europa League
➔ El equipo de Emery aguantó estoico a los remates del Arsenal y alcanzó en el Emirates su primera opción de ganar el trofeo continental
Arsenal, 0
➔ Cinco noches necesitó el Villarreal hasta encontrar la gloria de una final continental por primera vez en su historia. De la mano de Emery, experto en la Europa League. Una vez más, el de Hondarribia probó ser un aventajado en un torneo que se le da de perlas. Nunca un 0-0 fue tan celebrado, agobiado en el tramo final por un Arsenal al que no le acompañó la fortuna. Arteta corre riesgo de dilapidar su prestigio mientras el Villarreal, titánico, firma con letras de oro una final en la que espera el United.
Emery tiene a un equipo que se recita de memoria, reacio a realizar pruebas en el Emirates. Mario Gaspar entró por Foyth y Coquelin por Capoué, las dos novedades respecto a la ida. Y el Villarreal, como entonces, volvió a cargarse de personalidad ante un Arsenal que hace tiempo que ha abandonado la rutina de ganar. A pesar de todo, al equipo castellonense no le pudo el escenario ni las alturas. Se hizo gigante.
Protagonista con el esférico, ese que tradicionalmente fue propiedad del Arsenal. Pasa que los tiempos han cambiado y el equipo de Arteta necesitó paciencia hasta tener ocasiones. Las primeras fueron del Villarreal: un tiro con comba de Chukwueze y una falta de Parejo que acarició la red por fuera. Buenos sustos para un Arsenal que se animó a partir de las carreras de Aubameyang, a la caza de un tanto que pudiera cambiar las cosas en la eliminatoria.
Un golpeo del gabonés se fue a la madera, amenaza para un Villarreal al que no le entró el tembleque. Tiene a Pau Torres y a Albiol, estandartes de un equipo con mucho aplomo en Londres. Tuvo que lamentar, sin embargo, que Chukwueze se fuera desolado de la cancha al romperse muscularmente. Tampoco eso arrugó al Villarreal, con Trigueros al mando. El toledano ‘cazorleó’ en Londres, capaz de imantar la pelota a sus delicadas botas.
El segundo acto fue otra historia porque el Arsenal fue otro Arsenal. Apretado por el reloj, salió a intimidar a un Villarreal achicado. Pépé perdonó de volea y Smith
Rowe ajustó demasiado un remate que puso en evidencia a Rulli, el más nervioso de la clase. Sirvió al menos para que el cuadro de Emery recuperara la tensión y se asomara a Leno con un intento de Gerard Moreno.
Fue el Arsenal al que le entraron las prisas, preso de un 0-0 insuficiente. El final fue de infarto para el Villarreal. Quince minutos parecieron una eternidad después de que Aubameyang rematara de cabeza al palo. La suerte se alió con el submarino, que sudó tinta en los últimos minutos: “Nos vemos en Polonia”, fue la pancarta que sacaron los futbolistas cuando el árbitro finiquitó un partido que no se olvidará. El Villarreal, a la final de la Europa League ●
Dos remates a la madera de Aubameyang pusieron en riesgo la clasificación