El día más negro de la historia del Girona
En 2019, tras dos temporadas en Primera, el Girona sufrió un amargo regreso a Segunda. Si el chasco fue notable después de unas últimas desastrosas jornadas antes del cierre de Liga, más lo iba a ser el chasco que vendría en el desenlace de la vuelta al escalón de plata.
En la temporada 2019/20 un Girona comandado por Francisco empezaría con el claro objetivo de volver a ese lugar en el que todos quieren estar. La presión por cumplir no se escondió a pesar de reunir a un equipo favorito para aspirar a grandes cosas, pero si algo tiene esta competición es su caprichosa forma de ser.
El conjunto gerundense acabó la temporada regular en quinta posición, lo que le emparejó en el playoff de ascenso con el Almería, otro de los favoritos para escalar a Primera.
Cabe recordar que esa fase final de ascenso se jugó a puerta cerrada por la pandemia de coronavirus. En la ida, disputada en un vacío Montilivi, el equipo de Francisco se impuso por 1-0 con gol de Stuani y en la vuelta venció a domicilio por 1-2.
El Girona tendría un pie en Primera, pero la confianza era total. Se medía a un Elche que se metió en las finales en el último suspiro de la última jornada del campeonato regular. Los de Francisco, por plantilla y por aspiraciones, eran favorito en Elche, en Girona y las casas de apuesta. Nada podía salir mal, menos en Montilivi, feudo que acogía la vuelta de la cita.
En el Martínez Valero el Girona cosechó un 0-0 que le permitía asegurarse el ascenso en caso de empate ya que el Elche quedó por detrás en LaLiga regular. El resultado no era malo, pero sí peligroso. La vuelta estaría totalmente abierta en tierras gerundenses.
La ciudad se volcó, se vio en los balcones, en las terrazas y en los sitios más emblemáticos de la ciudad. Todos estaban preparados para volver a Primera. Pero el verde, valga la redundancia, dio la esperanza a aquellos que tenían poco que perder y mucho que ganar.
Con el mismo guion que en la ida, Pere Milla arruinó las esperanzas del Girona sobre la bocina. Fue, probablemente, el gol más doloroso o uno de los que más en la historia del Girona. Cuántos no se frotaron los ojos… El golpe anímico fue horrorosamente duro para el equipo y su afición. Ese gol en el 96 no estaba escrito en ninguna de las páginas del porvenir.
Casi tres años más tarde, el Elche vuelve a un campo que le trae muy buenos recuerdos y el Girona recibe a un rival que, en casa, seguro que le traslada a lugares tormentosos para quienes vivieron aquel capítulo. A pesar de ello, el orgullo de los catalanes ha culminado con el regreso a la categoría y ahora, en cambio, es el cuadro ilicitano el que tiene muy pocas probabilidades de permanecer en la categoría. Ya saben, fútbol
Final cruel Al Girona le valía el 0-0 para subir a Primera pero el gol de Milla en el 96 hundió a los de Francisco en Montilivi
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