PROYECTO EN
14 jugadoras del primer equipo acaban contrato en junio, dos tercios, entre las que están pilares como Eizagirre o Gaby Lete, Amaiur, Jacinto, Jensen y Franssi están atadas pero no es posible ni llenar un once del curso que viene ahora mismo
El fútbol femenino sigue siendo, en 2023, realmente incierto. Presupuestos que varían en función de lo bien que le vaya a la sección masculina, contratos cortos, pocas estructuras estables, etcétera. La Real Sociedad va a sufrir este verano lo que ya vivió hace dos. Se acerca el mes de junio y las jugadoras, dueñas de su destino, alargan la decisión durante meses tras un año decepcionante, a sabiendas de que tendrán ofertas en algunos casos mejores económicamente, en otros sólo deportivamente, y en otros ambas dos.
La situación actual de la sección es delicada. El equipo no carbura en Liga, está a años luz de las posiciones que ocupó el curso pasado y se ha caído incluso del top 8 de la tabla, aunque tiene el descenso lo suficientemente lejos como para no alarmarse.
Dos tercios en duda
Así las cosas, Garbiñe Etxeberria y Natalia Arroyo tienen que afrontar un problemón, del cual no tienen la sartén por el mango, otra vez. La historia se repite. Hasta 14 jugadoras finalizan contrato en poco más de dos meses. Es decir, dos tercios de la plantilla podría coger las maletas y abandonar Zubieta, obligando al club a realizar una replantación complicadísima.
Nanclares, Iraia, Torre, Tejada, Vanegas, Etxezarreta, Iris, Gemma, Gaby, Nerea Eizagirre, Poljak, Cecilia y las cedidas Bernabé y Le Guilly acaban contrato este verano. Catorce futbolistas entre las que hay, mínimo, siete titulares. Todas las centrales, la medular casi al completo, varias capitanas y veteranas, y dos súper jugadoras como Nerea, emblema del club, y Gaby. Casi nada.
Es prácticamente imposible que todas terminen renovando, incluso que la mayoría de ellas lo hagan. Tampoco parece que las 14 vayan a abandonar el club.
La principal preocupación, como no puede ser de otra manera, es Nerea Eizagirre. Jugadora franquicia, capitana y líder del equipo y del vestuario, que quiere seguir pero pide un proyecto competitivo y fuerte públicamente. No suena lo suficientemente convincente teniendo en cuenta que muchas compañeras podrían abandonar el club y los años cero son complicados. Piezas importantes como Iris, Gaby, Gemma o Vanegas apuntan a tener ofertas suculentas y la continuidad de las veteranas podría estar unida al vacío que dejen las anteriormente citadas. Hay trabajo en las oficinas, y poco tiempo.
Los pilares
El club ha conseguido atar, durante el curso o el verano pasado, a ciertos pilares para el futuro. No están todas las zonas protegidas, pero sí el ataque y la portería. Elene Lete apunta a ser la elegida para defender la portería realista. Esta temporada, además de debutar con España, ha cuajado mejores actuaciones que su compañera, que le adelantó hace unos años en la carrera por subir.
En la medular sujeta todo Andreia Jacinto, fichaje de este curso que estará un año más, mínimo. Las lesiones le han lastrado demasiado pero ha dejado detalles más que interesantes. También internacional y de mucha proyección, tiene talento para distribuir e instinto para robar.
Arriba hay casi pleno. Las nórdicas Jensen y Franssi repetirán salvo que los rumores sobre la finesa y la Premier sean ciertos. Tienen gol ambas y movilidad para jugar en las tres posiciones. Pero la más importante es Amaiur, pieza angular del proyecto. Contrato hasta 2025 para seguir goleando y creciendo junto al club. Atacante sensacional y versátil a la que pareció afectarle el incidente de la selección pero ha dado la cara en momentos muy bajos del equipo.
Por otro lado están las protegidas Santana, Uria y Sarasola, de las que ha sido imposible averigüar la fecha de expiración de contrato pero que, por juventud y procedencia, apuntan a seguir en plantilla. En el mejor de los casos, ocho futbolistas de las que sólo seis entrarían en un once