Miran a europa
El Girona asaltó Sevilla y se sitúa a tres puntos de puestos europeos con goles de Juanpe y el Taty Castellanos
Nueva victoria de mérito del Girona ante el mejor Sevilla de la temporada y el mejor rival de las últimas diez jornadas. Los de Míchel se impusieron con dos goles y sellaron una nueva portería a cero frente a un cuadro andaluz minimizado y sin suerte.
No había ni un solo asiento libre. Las taquillas sevillistas cerraron con antelación a sabiendas de un partido clave para ambos conjuntos, que se encontraron en el último partido de la jornada 32 con 41 puntos. Con los deberes hechos, los objetivos pasaban por mirar hacia Europa y ver hasta qué lugar existía la capacidad de escalar en la tabla.
Con la importante ausencia de Arnau por acumulación de amarillas, Míchel apostó por retornar a una defensa de cinco, con Miguel y Couto abordando los carriles. Fue uno de los partidos más exigentes por las circunstancias para los del técnico vallecano y se notó por una presión sevillista que caló desde el silbato inicial. Ocampos, Bryan Gil y En-Nesyri fueron los primeros en iniciar la presión a la salida del juego gerundense.
La intensidad dio paso a una acción muy protestada por la afición local. La presión de Ocampos acabó con un pisotón de Juanpe que no acabó siendo punible, ni por el colegiado ni por el VAR.
El Girona tuvo claro cómo lanzar el primer córner. Rodrigo Riquelme lo quiso lanzar donde nadie pudiese llegar para que, al segundo palo, estuviera esperando Juanpe. El capitán ganó la marca a Acuña y no fue con la testa, sino con un remate acrobático, la apertura de la lata por parte de los catalanes.
El tanto dio aire fresco a los visitantes. Empezó a coger las riendas del primer tiempo con una salida de balón más fluida, aunque sí estuvo más torpón a la hora de encontrar a las tres flechas que conectaban con el ataque rojiblanco. A pesar de ello, no fue suficiente para detener el peligro sevillista, especialmente por banda izquierda con Bryan y Acuña. El extremo tuvo las dos más claras para los de Mendilibar. Gazzaniga hizo lo propio.
Los gerundenses se fueron al descanso sabiendo la importancia de frenar las ofensivas rivales y la presión de uno de los estadios con más
empuje de la Liga. La prioridad era frenar al equipo más en forma de los últimos diez encuentros en su casa.
Dicho y hecho. La línea de cinco atrás y el sacrificio defensivo del equipo dio pie a minimizar las intenciones del cuadro andaluz. A medida que los del técnico vasco fueron desesperando, el Girona empezó a aprovechar los contraataques con velocidad. Riquelme volvió al nivel
que tanto gusta en Montilivi y fue un peligro constante por el costado de zurdo. De sus botas salió un potente disparo al larguero de Dmitrovic. El rechace acabó en los pies de
Miguel, que cedió a Tsygankov y el ucraniano para el Taty. El argentino, de dulce, dobló la renta.
Al Sevilla sólo le valía reaccionar obligadamente. Mendilibar sacrificó a un centrocampista para dar entrada a Rafa Mir y reforzar el ataque a la vez que Míchel reforzó la defensa. Durante los últimos 20 minutos de encuentro, el combinado sevillista se volcó descaradamente al ataque para revertir la situación del modo que fuera. La poca efectividad, pero, acabó desesperando a su afición, que se mostró en desacuerdo con algunas decisiones de Muñiz Ruiz, fruto de la tensión y de un resultado poco a favor.
Fue entonces cuando al Girona le tocó retrasar las líneas. El rival empezó a recortarle metros y fueron los minutos más complicados para los catalanes que, a pesar de sufrir, se encontraron con la fortuna en algunos rebotes que favorecieron a los intereses de las manos del arquero argentino. Sin tiempo para más el Girona volvió a sumar una victoria de mérito, encadenando tres triunfos en cuatro partidos y empieza a mirar seriamente a Europa. El Sevilla, sin desparpajo, perdió una gran oportunidad de continuar con una gran racha