“Estoy bien, pero con ganas de más”

Quiero volver a tener la sensación de antes y poco a poco lo voy consiguiendo; voy cogiendo sensaciones” Son nueve meses fuera y cuesta, pero tengo ganas de más, de ayudar al equipo con más goles y con más números”

Mikel Oyarzabal (Eibar, 1997) prefiere no visualizarse todavía en Anfield Road o San Siro escuchando el himno de la Champions League. Tira de prudencia guipuzcoana y afirma que esa ilusión de toda la familia txuri urdin primero hay que certificarla, antes de celebrarla. Habla con pausa y calma y asegura que la lesión que le apartó durante nueve meses ya es historia, como la que están escribiendo en el campo.

¿Qué supondrá para Oyarzabal jugar la Champions con la Real?

Un orgullo muy grande. Es lo que todos deseamos y por lo que estamos peleando y por lo que vamos a pelear en estos cinco partidos. Estamos haciendo las cosas bien, venimos de una semana y media en la que jugamos cuatro partidos y el equipo respondió sacando muchos puntos. Estamos con mucha ilusión, es lo que quiere la afición y nosotros también, así que vamos a remar todos juntos para intentar conseguirlo.

¿Lo ven cerca ya, después de tanto remar?

Sí, pero más que cerca, posible. Llevamos todo el año peleando arriba y, a falta de 15 puntos, estamos con una ventaja de siete con el que viene por detrás, que serían seis por el ‘goalverage’. Va a ser un final apretado, tenemos la experiencia de los años anteriores, en los que siempre nos hemos clasificado en el último o penúltimo partido. No creo que estemos clasificados a falta de varios partidos. Vamos a luchar hasta el final, a darlo todo en estos cinco partidos y seguro que va bien.

La ventaja es amplia y poco lo que queda, pero con Imanol será difícil relajarse, ¿no?

Aquí no se relaja nadie con Imanol. Tenemos semanas limpias y nos matamos entrenando. Llevamos dos días pegándonos como si estuviésemos en un partido, es la mejor preparación para llegar de la mejor manera al fin de semana.

Se le ve cansado después del entrenamiento, se ve que hoy mismo ha habido caña, ¿no?

Hoy y ayer, por las cargas de trabajo, se permite un poco más y han sido entrenamientos duros, pero de calidad. Ahora ya toca bajar el pistón estos dos días para llegar en las mejores condiciones.

¿Piensan en la Champions cuando están en faena en Zubieta y Anoeta?

Yo ahora pienso en el partido del sábado. Es pronto, jugamos antes que los rivales y si conseguimos ganar, les meteremos un punto de presión extra a todos. Estamos con esa idea. Paso a paso.

¿Pero se ha visualizado a sí mismo en ese momento del himno de la

Champions con la casaca de la Real?

Sí, claro. A todos nos gustaría y soñar es bueno para luego pelearlo e intentar conseguirlo. Creo que no es bueno obsesionarse con ello, pero que esté en nuestra mente en algunos aspectos es positivo.

¿Hay algún rival o algún estadio que le apetezcan?

Ahora mismo, no; ahora, el Girona, Anoeta, en casa con nuestra gente. No es buen horario para nosotros, pero sí para la gente, que puede organizar planes antes y después. Les necesitamos con nosotros. El apoyo que recibimos hace 10 días contra el Real Madrid fue bestial y gran parte de lo que estamos consiguiendo también es gracias a ellos.

¿No le gusta jugar a las 14 horas?

No es el horario que más me gusta a priori. Prefiero otro horario. Pero cuando no se puede elegir, hay que adecuarse. Hay que cambiar pequeñas cosas ese día y el anterior para llegar de la mejor manera.

¿No es mejor que a las 22 horas?

Para el aficionado las diez de la noche es peor, pero para nosotros es mejor para jugar y peor para recuperar y descansar si tienes un partido a pocos días, como nos pasó ante el Betis. A esa hora no hace calor y la luz no te molesta porque no hay.

Citaba el último partido, el del martes pasado contra el Real Madrid. ¿Cómo vio Anoeta?

Es de agradecer que fueran 35.000 personas un martes a las diez de la noche. Mucha gente que tenía que ir a trabajar la mañana siguiente llegó a las dos de la mañana. Quiere decir que la afición está ilusionada y enganchada al equipo, por lo que transmite y lo que está haciendo. Son imprescindibles para lograr lo que todos queremos, así es que vamos a luchar todos juntos por ello.

¿Fue penalti de Militao?

Para mí lo fue. Él me admite en la jugada siguiente que me toca, el árbitro dijo que no fue suficiente como para pitar penalti, y el VAR, lo mismo. No pasó nada porque se ganó.

¿Cómo ven al Girona?

Está séptimo, a pocos puntos del sexto. Lo dice todo. Sabemos del nivel que tiene el equipo y conocemos su propuesta, que es muy clara y les identifica con su entrenador. Los vi jugar el año pasado contra el Sanse en Anoeta y ya noté que tenían nivel para estar en Primera.

Un punto certifica su presencia en Europa, ¿qué le parece?

Todo el mundo se malacostumbra rápido y todos queremos más, pero hay que darle valor. Empatando o ganando nos vamos a Europa por cuarto año consecutivo a falta de cuatro jornadas. A eso hay que darle valor. Queremos pelear por otra cosa, pero paso a paso. Queremos ganar para dar un paso de gigante hacia el objetivo.

¿Se acuerda de cómo fue el paso de la Real por la Champions en 2003 y 2013?

De la participación en 2003 no me acuerdo, aunque conservo fotos con los jugadores en el hotel. Y de la 2013, me tocó ir de recogepelotas a la previa, contra el Lyon en Anoeta, el día del golazo de Vela. Viví el momento y la experiencia, pero desde ahí abajo no veía tanto el fútbol.

¿Cómo lo vivió?

Tenía 16 años y era mi primer año en la Real. Estaba con mis compañeros, a 10 metros de los jugadores para darles balones y estaba muy centrado en ello. No valoras en ese momento lo que significa la experiencia de vivir una Champions.

¿Tenía algún ídolo en la Real en ese momento?

No. A mí me marcó Silva cuando