Con Rüdiger en el banquillo, el Madrid ya empezó perdiendo
Ancelotti se autocondenó y cuando dio entrada al alemán ya era demasiado tarde
Carlo Ancelotti se autocondenó en el Etihad, convertido anoche en una macrofiesta tras pasar por encima del Real Madrid. El técnico italiano sacrificó a Antonio Rüdiger, freno de Haaland en el partido de ida en el Bernabéu, y apostó en el centro de la defensa por un Militao que se hizo un gol y un Alaba que quedó ‘retratado’ al girarse cuando Bernardo Silva remató para anotar el 1-0, en lo que fue el principio del fin de los blancos, arrollados en su área y sin dar señales de vida en ataque.
Rüdiger presenció desde el banquillo el desastroso primer tiempo de su equipo ante un estratosférico City. El alemán, sin minutos ante el Getafe para estar fresco en la batalla de Manchester, estaba llamado a ser el encargado de asumir el reto de volver a frenar a Haaland, pero al noruego, a quien Courtois le negó un ‘hat trick’ con sus paradas milagrosas, se le abrió el cielo cuando vio a Rüdiger entre los suplentes. En una más que criticable decisión de Ancelotti, el ex del Chelsea entró a falta de media hora para el final por Modric, pero ya era demasiado tarde. El desastre estaba consumado.
El Etihad vivió una noche de euforia absoluta en la que se vistió de gala para recibir al vigente campeón de Europa, que en ningún momento compitió. En el momento que los jugadores de Guardiola saltaron al terreno de juego, miles de banderas de color azul cielo y blanco ondearon al viento a los acordes del ‘Hey Jude’ de los Beatles, mientras se lanzaban desde la gradas innumerables serpentinas
en un ambiente de colorido albiceleste que parecía más propio de un partido de la selección de Argentina en el Monumental o en La Bombonera de Buenos Aires. Con el histórico 4-0 final, el ‘Blue Moon’ atronó en el estadio inglés.
Los 1.800 seguidores madridistas presentes en el Etihad para animar a los de Ancelotti quedaron ubicados en el segundo anfiteatro de uno de los fondos de un estadio que fue una olla a presión. Su silencio contrastó
con el alegrón de la hinchada ‘citizen’, que disfrutó como nunca en una noche para la historia.
‘Carletto’ sólo acertó en una cosa
Ancelotti, que superó a Sir Alex Ferguson como el técnico con más partidos dirigidos en la Champions (191), sólo acertó al vaticinar en la rueda de prensa previa al partido que “es probable que el City marque en los primeros minutos”. Lo hizo Bernardo Silva en el 23’ para firmar
el 1-0, después de que Courtois salvara poco antes al Real Madrid al abortar dos testarazos de Haaland (13’ y 21’) para abrir el marcador.
Tras el descanso, el noruego volvió a toparse con otra soberbia parada del portero belga (73’), que no pudo evitar el doblete en 14 minutos de Bernardo Silva, que terminó de enloquecer al Etihad, donde el Madrid naufragó y se despidió de su competición favorita con una de sus peores derrotas en la Copa de Europa