“La culpa fue del teléfono”
Nick ponzio, un lanzador de peso nacido en ee.uu. y nacionalizado italiano, es la última víctima del sistema adams de localización para controles de dopaje. será suspendido y pone como excusa a su smartphone
El sistema ADAMS de localización de deportistas, protagonista de más de un debate sobre el derecho a la intimidad, es una de las armas del ‘nuevo’ atletismo para luchar contra la trampa del dopaje. A través de una aplicación, los atletas deben consignar su paradero y, con ello, estar localizables para ser sometidos a cualquier control antidoping fuera de competición. Cuando ADAMS no encuentra al atleta, llegan los problemas y las sanciones.
El último ejemplo, y llamativo, es el del lanzador de peso italiano de origen estadounidense Nick Ponzio, de 28 años, olímpico y cuarto en el pasado Europeo.
Ponzio se saltó tres controles antidopaje durante el último año, motivo de suspensión inminente. El atleta, consciente de ello, anunció hace unos días su retirada del atletismo, adelantándose a la purga de World Athletics y de las autoridades deportivas italianas. Escribió en Instagram que se había visto “forzado a dejarlo” antes de tiempo, que era una decisión “más allá de su control” y que se sentía víctima del sistema. “Es terrible ver lo que los poderes han decidido hacer con los atletas a través de nuevas reglas escritas para castigar delitos menores. Prefieren ver morir el deporte que verlo florecer”.
Y luego llegó la excusa. ADAMS pide a cada atleta que señale una hora de cada día, los 365 días del año, donde estar localizables para efectuar un control. Ponzio explicó que no lo hizo... porque su smartphone no funcionaba bien. “Mi iPhone iba mal, no pude entrar en la app y actualizar mi localización”. De paso, criticó a la federación italiana por no avisarle de que estaba en problemas. Eso sucedió durante las fechas cercanas al pasado Europeo indoor de Estambul, en marzo. Dos faltas que se sumaron a una del pasado julio, cuando viajó a Irlanda sin notificarlo en ADAMS.
Las tres faltas en menos de un año permiten sancionarle en las mismas condiciones que en el pasado lo fueron otros ‘olvidadizos’ con ADAMS, como el campeón mundial de 100 metros Christian Coleman o los también campeones mundiales Elijah Manangoi y Salwa Eid Nasser o el oro olímpico de 4x400 Randolph Ross.
Ponzio nació en San Diego y toda su formación atlética se desarrolló en Estados Unidos, hasta que en 2021 obtuvo el permiso para competir defendiendo a Italia, el país en el que nacieron sus antepasados. Famoso por competir con indumentarias estrafalarias y por motivarse con gestos de ‘showman’, se ahorra, con su retirada, los previsibles dos años de suspensión que le iban a caer. Se va con una mejor marca de 21,83 metros y deja para la posteridad una nueva excusa ante una sanción por dopaje, la del móvil estropeado
ponzio, que se retira ante la inminente sanción, echa la culpa a su móvil