Urgencias históricas: Chiefs
Kansas City no tiene ninguna carga histórica encima puesto que es el campeón vigente y busca en la Super Bowl de este domingo su tercer anillo en cuatro años, así que la franquicia de Missouri está disfrutando de su época dorada con una presión perfectamente soportable. Todo lo contrario que San Francisco, que tiene que echar la vista casi 30 años atrás para encontrar su último trofeo Vince Lombardi. Tras una década prodigiosa en los 80, con cuatro anillos de la mano del histórico Joe ‘Cool’ Montana y Jerry Rice, su última victoria data de 1995, con Steve Young como quarteback. Desde entonces ha disputado solamente dos finales, con sendas derrotas: en 2013, con Colin Kaepernick (KO ante los Baltimore Ravens) y en 2020, la ya citada frente a estos mismos Chiefs de Patrick Mahomes y Travis Kelce, cuando Jimmy Garoppolo llevaba las riendas de la ofensiva ●
Hay muchos equipos en la NFL que fían su caudal ofensivo al juego de carrera, pero ninguno es tan fuerte como el de San Francisco porque, simplemente, cuenta con el runningback más eficaz, Christian McCaffrey. Pero ‘CMC’ no está solo porque tiene a su lado a un descomunal Deebo Samuel, sobre el papel un receptor pero de facto una navaja multiusos que Shanahan emplea a menudo como corredor en pases cortos o rutas exteriores, haciendo muchísimo daño. De cómo los Chiefs sean capaces de limitarles a ambos dependerá buena parte de la suerte de esta Super Bowl. Del lado de los Chiefs, Isiah Pacheco y Clyde Edwards-Helaire tienen mucho menor peso específico, por diferencia de calidad pero también por el hecho de que Patrick Mahomes usa a menudo sus piernas para ganar yardas, estirar las jugadas y descolocar a la zaga oponente, convirtiéndose en un tercer e improvisado corredor ●
Los Niners van sobrados de talento individual también en defensa, especialmente gracias a la agresividad de Nick Bosa (1,93 y 121 kg) a la hora de perforar la línea de ataque y poner presión al quarterback rival, a la ubicuidad y lectura del juego de Fred Warner o la anticipación de Charvarius Ward cuando los oponentes juegan en profundidad. Los Chiefs, sin nombres tan rutilantes, tienen el arma definitiva: el coordinador defensivo Steve Spagnuolo, un hombre muy experimentado y ya con tres anillos, uno con los NY Giants y dos con los Chiefs. Su filosofía: ponerse en acción de manera fulminante (blitz) para apresurar, y a ser posible cazar, al quarterback, con el enorme Chris Jones (1,98 y 141 kg) y George Karlaftis de arietes, y un plan B que funciona de maravilla, una secundaria –los ‘laterales’ que tapan a los receptores- muy joven pero repleta de talento. Ante los mejores ataques han encajado un promedio de 13,7 puntos, un factor diferencial ●