El Racing deja en el alambre a Ramis
El Espanyol naufragó en Santander por culpa de una nefasta primera parte y vuelve a desperdiciar la oportunidad de colarse en la zona noble
El Espanyol tocó ayer fondo en El Sardinero y la continuidad de Ramis al frente del equipo perico podría volver a estar en el alambre. Dos goles del Racing en la primera parte, uno de Arana a los 55 segundos del arranque, un bofetón, y un segundo de Peque en el 29’ sirvieron para pintar la cara a un Espanyol que no dio muestras nunca de poder remontar en un segundo acto para olvidar pues no puso en aprietos para nada a un cómodo Racing. Horrible.
Siguenefasto adomicilio(nogana fuera desde octubre y no lo ha hecho todavía con Ramis) y durmió quinto en la tabla, desaprovechando una nueva oportunidad para haber escalado a la zona de ascenso directo. Sigue la caída en picado de un Espanyol que de seguir así, no será un serio candidato al ascenso. Mucho a cambiar.
Ramis repitió el once de hace una semana ante el Levante, agarrándose al dicho de no tocar aquello que funciona. Pero sus jugadores no le pudieron responder peor. No se habían jugado ni 55 segundos del partido cuando un empanado Espanyol recibió la primera en la frente. Íñigo Vicente se fue como una moto por el extremo zurdo, sin que ningún perico le saliera al paso, habilitó a Arana y éste fusiló a placer a un Pacheco descolocado. Bofetón mayúsculo contra un Espanyol desconcentrado sin intensidad en el arranque, siendo justamente castigado.
El 1-0 espoleó al equipo de Ramis, que dispuso de tres buenas ocasiones, dos para Jofre y una para Ian Forns, antes del primer cuarto. El Espanyol, picado, llegaba con peligrosidad pero siempre le faltaba definir con veneno. El que sí tenía un Racing mucho más vertical y con las ideas más claras. Íñigo Vicente se ‘comía’ una y otra vez a los pericos. Y flotaba en el ambiente el segundo local cada vez que el Racing pisaba área.
Pacheco evitó el segundo local con un buen disparo de Mboula con una mano baja milagrosa (27’). Pero ya no pudo evitar el desastre dos minutos después. Un grosero error en la salida de balón de la zaga perica acabó en una nueva contra. Íñigo Vicente voló para asistir a Peque, quien definió de lujo para poner el 2-0 en el luminoso en el 29’. Pudo ser mayor el descosido pues de nuevo Peque antes del descanso tuvo el tercero.
Ramis movió piezas en la reanudación, buscando la reacción de un Espanyol que había naufragado en los primeros 45 minutos. Pero por desgracia para el espanyolismo, poco cambió en el segundo acto. Se fue incluso a peor.
Salieron Rubén Sánchez por Ian Forns y Salvi por un lesionado Sadik. Se esperaba que Ramis habría tocado la colleja a sus jugadores en el descanso y que se vería un Espanyol más enchufado, herido y con ganas de remontar. Nada más lejos de la realidad. Plano.
Los pericos lo intentaron pero se vio un fútbol estéril, una posesión sin veneno pues pocas jugadas finalizaron, sin molestar para nada al portero Ezkieta. Un Espanyol horrible pues no dio muestras de poder remontar ante un
Racing tranquilo, que se dedicó a contemporizar, sin sufrir, para mantener su ventaja. Y eso que perdió lesionado a uno de sus mejores jugadores, el ariete Arana.
Ramis quemó sus naves y dio entrada a Keidi Bare y Lazo, que hacía muchos meses que no jugaba. Y en el último cuarto también saltó Puado, tras dos partidos ausente, buscando el milagro.
Un único disparo entre los tres palos, triangulaciones sin profundidad, sin conectar la media con un Braithwaite desaparecido. Pe
re Milla hacía la guerra su cuenta y asustó de lejos a Ezkieta en el 77’. Imposible que el Espanyol que pasó por El Sardinero pudiera remontar, mientras que el Racing a poco que apretaba el acelerador, asustaba. Como Mboula en el 82’ con un voleón alto.
En medio de un despropósito generalizado, Omar pudo marcar en un centro chut que escupió el travesaño en el descuento. Una anécdota pues este Espanyol fue una marioneta. Mucho deberá mejorar si desea subir a Primera