Xabi Alonso baila a Tuchel y el Bayer da un bocado
El Bayer Leverkusen confirmó que corre aire fresco en esta Bundesliga a la que los de Xabi Alonso pegaron un bocado tremendo para situarse más líderes que nunca tras torear al Bayern de Múnich (3-0). Cinco puntos son ahora los que tiene de ventaja un equipo que hizo vibrar a un BayArena volcado con los suyos y que disfrutó de una exhibición que dejó en evidencia a Tuchel.
Xabi Alonso demostró su permeabilidad con un esquema inesperado de tres defensas en una primera parte camaleónica de su equipo. Acostumbrado a ser dominador, las
instrucciones del partido en los primeros compases fue la de aguantar la intención del Bayern de ser más protagonista con balón. Echó de menos Tuchel, que se equivocó casi en todas sus decisiones, a Kimmich, aun tocado, y seguramente se arrepintió de tener a Boey a pierna cambiada por el carril izquierdo, perdido en sus tareas, mientras Guerreiro estaba atento desde el banquillo a lo que sucedió. Y fue que Stanisic, cedido por el Bayern, le comió la espalda al recién llegado a Baviera para recoger un centro raso de Andrich en el segundo palo y batir a Neuer (18’).
Tiempo suficiente para saber que al Bayern la cosa se le empezaba a poner cuesta arriba y no se veía el final. Kane, Sané y Musiala, maniatados y sin ser encontrados por Upamecano y Kim, eran conscientes. También de que Wirtz empezó a crecer en el partido y con él el Leverkusen.
Solo un disparo entre los tres palos de los de Tuchel en el primer tiempo, a cargo de Mazraoui, mientras por contra Neuer tuvo un poco más de trabajo, con un Leverkusen que acabó dominando.
Tenía que cambiar algo el técnico germano, pero no hubo reacción. Salió con el mismo equipo y su pobre planteamiento, totalmente ineficaz. Grimaldo se sumó al ataque, firmó una gran pared con Adli y superó por el palo corto a Neuer para confirmar el baile del líder de la Bundesliga (50’).
El resto del partido de los bávaros se resumió en un constante suplicio de posesiones vacías y carentes de sentido. Ni siquiera dar entrada Kimmich y Müller para cambiar el sistema sirvió para solucionar la situación. Se notaba un Leverkusen con suficiencia. Tanta, que Alejandro Grimaldo casi cuela un gol que hubiera sido histórico en un córner olímpico que dio al palo a pesar de estar botado a pierna natural. Un disparo entre los tres palos, ese fue el resumen completo del Bayern tras el partido y poco ayudado por Tuchel, que para terminar de rizar el rizo de sus decisiones incomprensibles metió a Guerreiro (zurdo) de lateral derecho teniendo por la izquierda a Mazraoui (diestro).
Ya de postre, lo que le faltaba al Bayern era el ridículo de que Neuer se sumara a un saque de esquina y a la contra Frimpong lo sentenciara marcando a portería vacía (95’)
Grimaldo anotó el segundo y estuvo a punto de hacer otro tanto histórico