Un ‘loco’ anda suelto en el 6 Naciones
Finn Russell, que comanda a Escocia con el 10 en la espalda, dice que “a la gente le gusta verme porque soy una especie de Messi”
Cuentan que no hay un deporte más noble que el rugby donde 30 jugadores se empujan, se abrazan y se derriban por intentar llevar un oval a la línea contraria. Básicamente porque, después de tanta refriega, todo se ahoga con unas buenas cervezas tras cada partido. Y tan amigos.
Pero para Finn Russell (Bridge of Allan, Escocia, 23/9/1992), apertura desde 2023 de Bath y en el selecto grupo de los que cobran un millón de euros por temporada, el rugby es algo más que un juego. Este ‘10’ entiende que no se van a hacer prisioneros. Su espíritu de lucha que demuestra cada vez que el silbato da inicio a un choque, lleva al límite a este ’loco’ en pos de la victoria.
El espíritu de William Wallace
Quizás será porque nació a los pies del monumento a William Wallace (famoso soldado escocés que luchó en el siglo XIII contra el Rey Eduardo I de Inglaterra en la guerra de independencia de Escocia) o porque empezó su carrera profesional en los Glasgow Warriors, pero acumula un historial deportivo de encontronazos con otros jugadores relativamente atípico. Ya en 2015, cuando hizo el salto a la selección absoluta de Escocia con quien lleva 77 partidos jugados y 350 puntos anotados hasta la fecha, se perdió la derrota ante Italia, ya que había recibido un castigo en el partido contra Gales que se elevó a una suspensión de dos semanas y una citación con apelación fallida.
De albañil a rugbier
Russell empezó a trabajar de joven tras dejar la escuela. Se dedicó a hacer de albañil durante tres años. Recuerda que “los días de lluvia era complicado. Podía ser difícil pero lo disfruté. Estaría haciendo alféizares de ventanas, marcos de puertas, chimeneas e incluso construyendo paredes. Pero en comparación con jugar al rugby, es como el día y la noche. Si alguna vez tengo un mal día entrenando, pienso en cómo fue trabajar a la intemperie para ganarme algo de dinero”.
Un rosario de enfrentamientos
Su estilo tan particular de dirigir al XV del Cardo radica en la improvisación del último pase, con la mano o con el pie y su ‘locura’ le obliga a hacer caso solo a su instinto. Con su físico de 1,82 m. y 87 kilos de peso se ha topado con otros jugadores sobre los terrenos de juego. El entrenador de Escocia desde 2017, Gregor Townsend, le dio la capitanía a sabiendas de su comportamiento cuando lo tuvo en los Glasgow Warriors en 2015. En 2020 fue expulsado de la concentración por llegar tarde a un entrenamiento en lo que los medios suavizaron como una “indisposición por bebida” y en 2022 reincidió haciendo una escapada y fue castigado. Ahora, a los 31 años, sabe que canalizando sus impulsos puede hacer grandes cosas en este Seis Naciones, aunque autoconfianza no le falta ya que ha llegado a reconocer que “soy el 10 del equipo de rugby de Escocia, a la gente le gusta verme. Si fuera fútbol, dirían que soy una especie de Messi”.
Escocia, un serio aspirante
Dirigió a Escocia a la primera victoria del presente Seis Naciones ante Gales llegando al medio tiempo con un contundente 0-20 a favor. En la segunda parte, los escoceses no pudieron frenar a los galeses impulsados por su público que remontaron hasta dejar el marcador en un 26-27 insuficiente. La cara de Russell al final del partido lo decía todo. Les fue de un pelo. En el segundo partido, ante una Francia escarmentada por la derrota ante Irlanda de la primera jornada, los escoceses iban ganando a la media parte pero sucumbieron al final (1620) con Russell convirtiendo tres penaltis (9 puntos) y una conversión (2 puntos). Donde realmente esperan dar la campanada es ante Inglaterra el próximo sábado en Edimburgo ya que, quien gane, se llevará la Calcutta Cup (sería la cuarta consecutiva para los escoceses y la 47 por 82 de los ingleses). Es algo más que una victoria.
Russell vive los partidos al límite y solamente Emma Canning, su pareja desde 2017, y la hija que tienen en común, son el descanso del guerrero que apacigua esa sana ‘locura’ por el oval