Golpe en la mesa
El Girona cortó su mala racha de tres partidos sin ganar al vencer al Rayo y se fue a dormir segundo Tsygankov y Savinho por partida doble firmaron los goles en un encuentro disputado bajo la lluvia
El Girona volvió a reencontrarse con la victoria tras dos derrotas que metieron el dedo en la llaga a aquellos que parecían poder pelear por LaLiga. Los catalanes ganaron la batalla a un Rayo Vallecano con poco acierto ofensivo y que se quedó con un hombre menos desde el minuto 70.
Casi 9.000 valientes decidieron poner rumbo hacia Montilivi en una tarde y noche lluviosa cuanto menos. Los paraguas se adueñaron por completo del feudo ‘gironí’, evitando los aplausos y centrando todas las fuerzas en empujar el agua y el viento hacia otro lado.
Sobre el verde, que faena tuvo para drenar pero lo hizo a modo de sobresaliente por la calidad y el ritmo de juego, aparecieron dos rivales con muchas ganas de revertir sus respectivas dinámicas. La velocidad y las pulsaciones estuvieron presentes desde el primer momento y, consecuentemente, un buen planteamiento defensivo por ambas partes durante todo el primer tiempo. La prueba de ello fue que ninguno de los dos equipos encontró la manera de hacer daño al rival.
El cuadro de la franja se mostró, especialmente en el primer tramo de choque. Los de Íñigo Pérez disputaron la posesión a los ‘blanc-ivermells’ y cerraron cualquier espacio que permitiera la entrada por dentro y los pases entre líneas. Sin embargo, sólo un par de tímidos intentos dieron con las intenciones de los visitantes.
Sin mordiente
Tampoco fue un primer tiempo idílico para los jugadores gerundenses, tuvieron que esperar para ver puerta. Tan sólo Yangel Herrera puso los ‘uy’ en la grada en otro par de acciones discretas. La efectividad se guardó tras volver del ecuador.
Los de Míchel salieron secos y con una marcha más al verde. El cuadro catalán se apoyó sin escrúpulos en la banda diestra ocupada por Yan Couto, clave para generar superioridades y situaciones de uno contra uno en enésimas ocasiones. El primer tanto, sin embargo, llegó por la otra banda y con la asistencia del otro lateral de la noche, Miguel Gutierrez. El madrileño dejó un pase de la muerte perfecto para que Tsygankov volviera a reencontrarse con el gol tras semanas de sequía (52’).
Fue un golpe duro para el combinado rayista y otro de ánimo para los locales, que perdonaron una y otra vez frente al arco defendido por Dimitrievski. El técnico vasco no dudó y en cuestión de 6 minutos efectuó cuatro cambios para intentar revertir la situación.
Expulsión y sentencia
No sería el único problema para los madrileños cuando vieron que, en apenas dos minutos, Pep Chavarría se fue expulsado del terreno de juego. Su corta intervención fue de 12 minutos. El Girona aprovechó para gustarse y con la entrada de Stuani llegaron nuevas amenazas que pudieron doblar la ventaja, aunque la emoción se reservó hasta el final.
Y esa reserva se la adjudicó Savinho, que firmó la tranquilidad tras no tener la mejor de sus citas. El brasileño firmó un doblete en cuatro minutos y aprovechó los pases de Pablo Torre y Yan Couto para sellar el luminoso y dar unos tres puntos con sabor a segunda plaza en la clasificación, dejando noqueado a un Rayo con pocas intenciones ofensivas para cerrar la jornada 26