FUTURO INCIERTO
El acceso a la próxima Euroliga sigue sin definirse para los clubs que no son accionistas de la competición Sólo el Mónaco y el campeón de la Eurocup cuentan con plaza segura, y Valencia es uno de los damnificados
“Es una locura estar en marzo y no saber la competición que jugamos”, exclamaba hace unos días Enric Carbonell, director general del Valencia en una entrevista para Juan Carlos Villena en Radio Intereconomía Valencia.
Ni el Valencia ni los otros seis equipos que compiten sin licencia A esta temporada en Euroliga, ni los que no están y quieren estar, tienen claro cuál va a ser el criterio de acceso a la Euroliga 24-25, una situación de incertidumbre que complica hacer planes de futuro a estas alturas de año, en abril ya.
Desde que se consolidó la desvinculación de las ligas domésticas (a excepción de la Adriática), el ingreso en la competición continental sólo ha estado claro para el vencedor de la Eurocup. A veces, ni eso: al Gran Canaria le dio el derecho a entrar la pasada campaña, por ejemplo, pero finalmente el club insular consideró que la participación resultaba deficitaria.
Durante estos años la Euroliga ha completado las vacantes con decisiones que han tenido en cuenta aspectos más económicos, de organización e infraestructura, que deportivos, lo que ha dado como resultado ‘wild cards’ que algunos podrían considerar como arbitrarias.
Actualmente, con la fase regular de la actual Euroliga en la recta final, sólo hay un equipo que tiene la oportunidad de solidificar su presencia y ese es el AS Mónaco, que comparte la segunda posición. Según ciertas interpretaciones del reglamento de la Euroliga, si los del Principado se clasifican para los playoffs, se asegurarán un lugar en la Euroliga para la temporada 2024-25.
Junto al club monegasco parece claro que el campeón de la Eurocup también tendría licencia asegurada y no está claro lo que pueda ocurrir con el finalista.
La situación es más compleja para los otros cinco equipos que compiten por permanecer: Valencia, Virtus Bolonia, Estrella Roja, Partizan y Alba Berlín. El mérito deportivo aquí no tendrá mucho peso salvo una condición: que un equipo de estos conquiste el título.
Para el Alba Berlín, que parecía
tener la esperanza en los últimos tres años de hacerse con una licencia A, la situación es desesperante. El acuerdo inicial con los alemanes era una licencia de dos años desde 2021 hasta 2023, a la que normalmente le sigue una licencia A. En lugar de eso se prolongó un año más esta situación transitoria, para la temporada 23-24 con lo que ahora parece improbable la continuidad del club.
Para el Valencia, con un pabellón de primer nivel en construcción y un proyecto deportivo que ha ido creciendo en recursos en los últimos años, la incertidumbre sobre el futuro se hace también poco sostenible.
De igual manera, hay que recordar que la situación actual es especial
porque los equipos rusos siguen apartados de la competición desde que estalló el conflicto de Ucrania y su retorno, a corto plazo, no parece probable.
En medio de todo, este año se han reproducido las conversaciones entre Euroliga y FIBA para tratar de unificar criterios, calendarios y vinculación de sus competiciones, algo que podría transformar el panorama del basket continental aunque todo apunta que eso sería para 2025 o incluso 2026, año en el que vence el contrato de la Euroliga con IMG. Desde el pasado año se rumorea con una posible ampliación de la máxima competición a 24 equipos y una fusión de Eurocup y Champions League que, desde el punto de vista
del aficionado, parece cada vez más necesaria.
Paralelamente, la Euroliga está recibiendo ofertas de Dubai no sólo para la celebración allí de la Final Four sino para el ingreso de un equipo de ese territorio en la competición. De momento, parece que está cercano el acuerdo para que compita en la Liga Adriática, que sería un primer paso para lograrlo, pero aún quedan flecos. El presidente del Buducnost, Dragan Bokan, subrayó ayer que su ingreso en la liga es incierto hasta que el problema de la estructura de propiedad se resuelva. Por si acaso, la liga serbia tomó la iniciativa para acoger a este equipo, que al mismo tiempo se convertiría en patrocinador de la misma