Herr Xabi Alonso

Xabi Alonso cogió el Bayer Leverkusen en puestos de descenso y en año y medio le convirtió en campeón de la Bundesliga, dinamitando la rutinaria hegemonía del Bayern de Múnich, vencedor en los 11 cursos anteriores. Es un exjugador guipuzcoano, aficionado de la Real Sociedad y un técnico de nuevo cuño que encontró en el Sanse el trampolín más propicio para saltar a la élite. Lo que ha logrado, que tiene un mérito estratosférico, se debe a su trabajo y a su talento. Pero en las ruedas de prensa anterior y posterior al partido decisivo contra el Werder Bremen, se acordó de la Real. Citó a Ormaetxea y al Sanse, haciendo ver su gratitud al club en el que creció como jugador y entrenador. Dentro del campo, aparte de poseer una técnica exquisita, era el más listo, el que mejor interpretaba lo que estaba sucediendo. Y ahora hace lo mismo en el banquillo. En la Real detectaron pronto que el tolosarra tenía todos los visos de ser tan buen entrenador como jugador. Y por eso lo cazaron al vuelo para el Sanse con la clara pretensión de que en algún momento sucediera a Imanol Alguacil en la Real. El ‘problema’, que ha sido una bendición, es que la labor del oriotarra es incuestionable, casi inmejorable. Le promocionaron, renovaron y mantuvieron en el cargo por méritos propios y éxitos más que acreditados. Xabi Alonso lo detectó y, viendo que el filial ya era tierra quemada, decidió volar a buscar nuevos retos. Y los ha logrado prontísimo. Como futbolista su carrera fue excelsa, pero al final no volvió a la Real. Como técnico está por ver si retorna, pero si lo hace, será con un currículum lleno de éxitos ●