El dilema del Atlético
¿A quién reforzar? ¿Al Barça con el que lleva años compitiendo por el título o al Sevilla, que aspira a luchar por el tercer puesto en el campeonato?
Si observamos las operaciones del Atlético en los últimos años, confirmaremos la desacomplejada apuesta por la juventud. Un constante goteo de incorporaciones de proyección entre los que, últimamente, han descatado dos argentinos: Kranevitter, Correa y Luciano Vietto. Pero tiene más gente con la mirada puesta en el primer equipo: Santos Borre, Diogo Jota, Henrique Caio, los hermanos Lucas y Theo Hernández (un lateral zurdo de inmejorable cartel en el Barça) y también hombres más conocidos y relevantes como Oliver, Carrasco y Giménez.
Evidentemente, en la gran y contrastada plantilla de Simeone, no caben todos estos chavales y sus carreras deben programarse. En consecuencia, hay que ir tomando decisiones que, con la nómina del primer equipo completa, se reducen a vender lo más caro posible, o a ceder estratégicamente para no perjudicar el crecimiento futbolistas en los que se tiene la máxima confianza. Y en esas está el Atlético. Con una circunstancia adicional: algunos de los jóvenes son tan y tan buenos, que quines les pretenden sus más directos competidores del club.
Por ejemplo, el Madrid no pierde de vista al central uruguayo Giménez y el Barça ha creído ver en Vietto su mejor opción para darle a Luis Enrique el delantero con movilidad y gol
que esta buscando. Y ya en un escalón inferior, encontraríamos a equipos que pretenden reforzarse con jóvenes rojiblancos que les ayuden a competir con equipos de mayor rango, incluido el Atlético. Son los que pretender entrar en Europa y llegar lo más cerca posible de la tercera posición. La plaza que El Cholo se marca como mínimo irrenunciable de la temporada.
El dilema, pues, se concreta en la elección del destino de los jóvenes colchoneros. ¿Se refuerza a Madrid o al Barça que son los equipos a los que se pretende desbancar, o se potencia la competitividad los que vienen empujando por detrás del Atlético?. La decisión, por lo visto, ya está tomada. Kranevitter lleva semanas entrenando con el Sevilla de Sampaoli y Vietto está en camino al Sánchez Pizjuán, mientras Gameiro -otro objetivo blaugrana- inicia el viaje a la inversa. Una situación que plantea otra pregunta: ¿Por qué un veterano como Gamerio y un joven talento como Vietto desestiman fichar por el Barcelona?.
La respuesta es sencilla: quieren jugar. Los dos. El francés ya advirtió hace meses que no estaba para calentar banquillo mientras Messi, Suárez y Neymar agrandaban su leyenda. En cuanto al argentino, tres cuartos de lo mismo. Con su paisano Sampaoli
va a tener muchos más minutos de los que le ha dado Simeone y muchísimos más de los que él ha supuesto que jugaría en Barcelona. Total, que desapasionadamente se puede entender todo lo que está pasando. El Atlético se ve cerca del Barça y del Madrid y lo bastante lejos del Sevilla como para no importarle reforzar al cuando hispalense. Y estos futbolistas quieren ir dónde además cobrar más de lo que ganan, también jueguen para alcanzar mayor protagonismo y proyección