La quinta amarilla de la F1
Mercedes fuerza su castigo para evitar futuras penalizaciones
Y a partir de ahí, nace la picaresca de saber jugar con el reglamento para sacar provecho ante imprevistos futuros.
El Mercedes de Hamilton rozaba la penalización hace varias citas del Mundial, y sabía que tarde o temprano llegaría. Decidieron que fuese en Spa-Francorchamps, un trazado en el que adelantar no jugar con el reglamento y aplicar la picaresca para llenar su almacén cubriéndose las espaldas ante futuros problemas.
El viernes montaron las séptimas unidades del MGU-H y el turbo, a pesar de que las sextas tan so- lo tenían un día de antigüedad, y ayer, las octavas de los mismos componentes además de las sextas del MGU-K y del ICE. En total, 55 puestos de castigo. Pero recibidos de buen grado en Mercedes, por- que las piezas desmontadas, se pueden volver a poner en el coche cuando sea preciso si todavía fun- cionan. Es decir, si falla el octavo turbo, se pueden usar sin proble- mas el sexto y el séptimo, que es- tán completamente nuevos.
Lo realizado por Mercedes en cuanto al coche de Hamilton, no es, ni mucho menos, ilegal; tan so- lo se trata de sacar el máximo be- neficio sin saltarse el reglamento.
El equipo McLaren y Fernando Alonso se han encontrado en el Gran Premio de Bélgica ante un caso similar, pero en el suyo, las esperadas evoluciones del motor Honda en las próximas fechas hacen que no sea tan importante aplicar esta picaresca, ya que si llegan versiones que mejoren el actual motor, realizarán sustituciones de piezas igualmente
Hamilton penaliza 55 puestos pero llena el almacén de recambios para su motor