PEGADA SIN COMPASIÓN
Un Barça sin Messi liquidó a base de golpes contundentes a un Sporting que no mereció tanto castigo Suárez y Rafinha abrieron la lata en el primer tiempo y Neymar (2) y Arda completaron la manita al final
Pim pam pum. El Barça noqueó con cinco golpes contundentes a un exigente Sporting en El Molinón en el primero de los partidos que tendrá que resolver sin Messi. Un equipo en el que Luis Enrique aplicó la gestión de esfuerzos mediante las rotaciones y que exhibió oficio para leer correctamente lo que necesitaba el partido. El conjunto azulgrana puso sobre la mesa tres argumentos para asegurar los tres puntos: talento para buscar espacios, pegada para aprovecharlos y control para gestionar la ventaja. Dos goles de Suárez y Rafinha abrieron la lata y otros tres de Neymar, Arda Turan y otra vez Neymar redondearon la goleada ante un Sporting en el que al final hasta salió Douglas.
Neymar, como estaba previsto, asumió la libertad de movimientos propia de Messi e hizo mucho daño a la zaga asturiana, especialmente al lateral Lillo, muy exigido por el brasileño. La posición de Messi, de teórico extremo derecho, fue Rafinha, protagonista con un gol y con una actuación muy intensa junto con Sergi Roberto, colosal por esa banda derecha y autor de tres asistencias de gol. En la media, descanso para Iniesta y Rakitic con los interiores para un André Gomes cada día más creíble y un Arda Turan que fue determinante con la asistencia del primer gol. En la segunda parte, Sergio Busquets, abucheado por el Molinón por ser agredido por Moi Gómez, fue sustituido por Denis Suárez y André Gomes volvió a ubicarse como medi o centro.
Sobre todo, el Barça exhibió oficio y concentración ante un rival exigente. Aguantó con solvencia los momentos de presión del Sporting, con un Piqué enorme que acabó el partido como capitán, y fue letal en cuanto detectó un resquicio en el valiente planteamiento del Pitu Abelardo.
El Sporting no fue ni la marmórea caja fuerte cerrada a cal y canto que sí fue el Alavés en el Camp Nou ni el ingenuo Leganés que quiso tratar de tú a tú al Barça. Ni lo uno ni lo otro. Fue un equipo muy equilibrado, combativo y ambicioso. Se posicionó cerrando espacios pero sin renunciar a subir las líneas de presión cuando al Barça le costaba crear, con mucha movilidad de los dos hombres de banda, Burgui y Moi Gómez, y el media punta, Víctor, formando una especie de línea de tres por delante de los dos pivotes que combinaba la presión alta y la contra con el repliegue.
El conjunto de Abelardo tuvo incluso ocasiones puntuales en una falta surrealista cometida por Ter Stegen al calcular mal un salto y coger el balón dentro del área pero acabar fuera. La falta fue mal lanzada por Víctor. El meta germano rechazó después, ya con ventaja azulgrana, un centro-chut del delantero Cop. Los intentos asturianos se estrellaron en una pareja de centrales, Piqué-Mathieu, muy sólida, pero la fortaleza local se fundamentó en saber mantener la compostura defensiva. Hasta que llegaron los errores. Y el Barça no los perdonó.
Una contra mal resuelta por Víctor propició el primer momento en que el Barça sorprendió descolocado al Sporting, a los veintiséis mi-
nutos. Neymar dirigió el ataque con pase entre líneas a Suárez, que sin embargo resbaló y, cuando asistió a André Gomes, la defensa ya estaba colocada. Su chut salió alto.
Ráfaga letal del Barça
Esa jugada encendió el motor. Tres minutos después, un magnífico pase de Arda entre líneas a Suárez tras un mal despeje asturiano volvió a pillar al Sporting desajustado. Esta vez el uruguayo marchó solo hacia el meta Cuéllar, le aguantó en su salida y, tras superarlo, inauguró el marcador. Sólo tres minutos más tarde, una maravillosa apertura de Neymar hacia Sergi Roberto acabó en centro del lateral y remate de cabeza de Rafinha. Golazo y 0-2.
La reacción del Sporting llegó en forma de presión más alta en la se- gunda parte. El Barça sufrió para mantener la situación bajo con- trol, pero resistió, con el liderazgo en defensa de Piqué. Cuando el Sporting se quedó con diez por do- ble amarilla a Lora, el Barça jugó a placer. Pudieron ser más si Mat- hieu no hubiese marcado en claro fuera de juego tras una dejada de cabeza de Piqué. Fue Neymar quien liquidó el partido tras chut al larguero de Paco Alcácer, que dio descanso a Suárez; Arda marcó el cuarto de cabeza a centro de un Sergi Roberto pletórico; y Neymar completó el festival en una fase en que sobró la dureza de un Amore- bieta que no mejora con los años