Rácano Sevilla en San Mamés
El Athletic trabajó lo justo para superar a un rival especulador, con agresión del meta Sirigu a Aduriz y con gran gol del defensa Balenziaga
Merecida y gran victoria del Athletic frente a un Sevilla que salió reservón mirando a la próxima cita europea y, cuando se quiso dar cuenta, ni siquiera acercarse en el marcador le bastó. Con muchos habituales en el banquillo, el técnico Jorge Sampaoli no se acordó que desde el pasado mayo del 2015 no gana fuera de casa su equipo por lo que 16 meses KO es otra marca para sonrojar.
Enfrente apareció un Athletic que encomendó a Beñat la dirección de un choque que acabó con su cuarto triunfo consecutivo. Y su esfuerzo le sirvió para obtener recompensa.
De Marcos probó al italiano Salvatore Sirigu y pronto se vio que la titularidad de la meta hispalense pasa por Sergio Rico. El rechace del portero acabó con el primer gol del choque obra de un San José (26’) oportuno. Hasta ese momento todo fue buena voluntad local frente a una inoperancia absoluta visitante. El Sevilla mandaba en el control del balón, pero con movimientos horizontales desesperantes en su zona defensiva que anulaban el atrevimiento de jugar con los dos centrales.
Nasri saca casta
En la segunda poco cambió el decorado. Sampaoli miró tarde a su banquillo de oro e incluso se permitió actuar con falso delantero centro -colocó como media punta a Sarabia- al quitar al chaval Carlos Fernández y dejar a Vietto para más tarde. Ver a Nasri recuperando balones en su propia defensa era desesperante. El francés sumó su primera diana con esa camiseta al culminar la mejor jugada del partido con participación de Iborra, Sarabia y finalización de artista del centrocampista francés.
A todo esto, el Athletic, sin prisa, pero sin pausa. Un balón suelto le llegó al lateral Balenziaga en zona de defensa rival, sorteó a Mariano, superó a Pareja y cruzó un golazo, su primer gol profesional, (65’) que valía un triunfo.
Kepa y Sirigu
Con el 2-1 en el marcador se vivieron los mejores minutos de un partido que reservó toda su emoción para la segunda mitad. Con un San Mamés espléndido que se volcó en apoyo de su equipo, los de Ernesto Valverde supieron aguantar hasta el final claro que también contaron con la colaboración absurda del italiano Salvatore Sirigu quien no olvidará fácilmente su estreno como jugador hispalense.
Antes de la metedura de pata del italiano se dio la parada del partido. Esa fue la gran diferencia. Uno (Kepa Arrizabalaga) dedicó un paradón antológico a su gente tras disparo de un activo Sarabia mientras que el otro (Sirigu) perdía los nervios de manera calamitosa. Un balón, que aparentemente no ofrecía mayores problemas para la defensa andaluz, y que atrapó con comodidad Sirigu, sirvió para que saliera y detuviera cualquier opción de peligro para los locales. Pero después de parar y tener consigo el esférico le soltó un codazo absurdo a Ariz Aduriz que vio claramente el colegiado Hernández Hernández.
El árbitro canario sólo hizo que cumplir con el reglamento y echó al meta aún cuando su equipo ya había realizado los tres cambios (89’). El Sevilla , con Luciano Vietto ya en el campo, se volcó para lograr el empate, pero la jugada le salió fatal.
Iborra de portero
Con el capitán Iborra bajo los palos del Sevilla, Aduriz no perdonó y envió a la izquierda del improvisado actor invitado que llegó a rozar el balón. Fue el 3-1 final para el Athletic que duerme en zona de Champions. Para el Sevilla fue algo peor: primer Ko en la Liga en la sexta jornada aunque las sensaciones fueron peores en el conjunto de Jorge Sampaoli
Sampaoli reservó a muchos titulares para Europa y lo pagó caro frente a un rival ambicioso